«Aquí no hay nematodo porque no hay pinos, ardieron todos»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AS NEVES

MARUXA ALFONSO

As Neves, la zona cero en la que todo empezó hace diez años

11 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

As Neves fue el municipio de Galicia donde todo empezó. Donde se detectó el primer positivo en nematodo hace ahora diez años. Y fue también uno de los más afectados por la ola de incendios. Ahora, muchos son los que opinan que toda esa madera quemada que quedó en el monte fue la responsable de la extensión de la plaga del nematodo, porque a estos gusanos les gustan especialmente los árboles enfermos. «El nematodo se descontroló, no hubo control en el monte. La Xunta es la primera que tiene que cortar y limpiar los árboles quemados y no lo hace», se queja Eduardo Mariño, secretario de la comunidad de montes de Tortoreos. Él tiene claro que el gusano no es el principal problema de los montes de As Neves. «Aquí no hay nematodo porque no hay pinos, ardieron todos en las olas de incendios», resume.

Su opinión la comparte Nelson Alonso, propietario de Maderas Vial. Su empresa fue una de las primeras en verse afectada por las medidas de cuarentena, con las que lleva diez años peleando. «Afectounos moito, agora menos porque hai máis zona coa que podemos traballar», explica. El proceso, argumenta, «é latoso e custoso» y, además, le supone más gastos. Calcula que a ellos les cuesta 18 euros más por metro cúbico poner la madera en el mercado que a sus competidores no afectados por la plaga.

Nelson lamenta que la Administración no haya habilitado una línea de ayudas para las empresas afectadas por la plaga. «Cando nós pedimos axudas, ninguén nos axudou», recuerda. «Cero patatero» responde cuando se le pregunta por las subvenciones recibidas por el nematodo. Y eso que «non hai marxe comercial, aínda que vendamos a prezo de mercado as diferenzas van ser moi grandes», sostiene.

Maderas Vial tiene más problemas. Porque fue una de las empresas más afectadas por la ola de incendios que se vivió en As Neves. «Ardeu todo, a maquinaria, as naves e o material que tiñamos dentro», relata Nelson. Reponerse del golpe no está siendo tarea sencilla. Máxime cuando su producción se ve gravada por los gastos que genera el tratamiento contra el nematodo. Y eso que «aquí xa non hai pino ningún, arderon todos nos incendios», concluye.