La mayoría de positivos de A Guarda y O Rosal tienen entre 10 y 19 años

Monica Torres
m.torres A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

M.MORALEJO

Casi todos son asintomáticos pero «con gran capacidade de transmisión»

14 sep 2020 . Actualizado a las 23:46 h.

El perfil del contagiado por coronavirus cambia en la nueva normalidad. Hasta el 10 de mayo, el grupo de edad más afectado por el covid-19 era el de los mayores de 80 años, pero ahora es el de jóvenes de 15 a 29 años. El área sanitaria de Vigo sigue el patrón que se está dando en el conjunto del país, pero la franja etaria cae en los municipios de O Rosal y A Guarda. Es uno de los factores que ha tenido en cuenta el comité clínico que asesora a la Xunta y que ha hecho que los dos concellos estén sometidos a restricciones especiales debido a su situación epidemiológica.

El grupo de edad más afectado por coronavirus en estas dos localidades, según el informe del 11 de septiembre, es el de niños y jóvenes de 10 a 19 años. Chicos asintomáticos o con un cuadro de la enfermedad leve en la mayoría de los casos y que se infectan en el entorno lúdico portadores de un virus que puede llegar a otras edades en las que la posibilidad de complicaciones clínicas es mucho mayor. De ahí la importancia de no relajar nunca las precauciones, especialmente las de mantener la distancia social y usar siempre la mascarilla.

El carácter turístico de A Guarda, cuya población se triplica en verano, con la mayor concentración de playas de la comarca, puede haber influido, aunque en el grupo actual de 30 casos activos, según confirmó en propio concello, hay trabajadoras municipales; y en O Rosal, empleadas de un supermercado. En los otros cuatro ayuntamientos de la provincia, la franja de edad con mayor número de afectados oscila entre los de 15 a 29 años en Lalín y la de 15 a 34 en Poio o Vilaboa.

La tasa de incidencia en toda la comarca de O Baixo Miño está aumentando desde el 26 de agosto, confirma el informe sobre la situación epidemiológica realizado por la Dirección Xeral de Saúde Pública. A esta y al comité clínico que asesora a la Xunta les parece preocupante que afecte a un grupo de edad tan bajo, por ser asintomático y por tener mucha vida social y, por lo tanto, contribuir a la transmisión comunitaria del virus.

El informe señala que, en la comarca, tanto A Guarda como O Rosal «son os máis afectados, tanto en casos como en taxas, moi por riba do resto». Su brote presenta características de «alto risco», mientras que al de Pontevedra, por ejemplo, que fue la primera localidad en tener que asumir medidas restrictivas extraordinarias, se le considera de riesgo «alto-medio».

Esta catalogación se establece en función de varios parámetros, además de los de la edad. En el caso de A Guarda y O Rosal «son jóvenes de 10 a 19 años con alta probabilidad de ser asintomáticos y gran capacidad de transmisión por la frecuencia de las interacciones sociales». La incidencia acumulada a 14 días (casos por 100.000 habitantes) en A Guarda, con 30 contagios según el último parte del gobierno local, también está por encima de la media española (240 casos por cada 100.000). Con poco más de 10.000 habitantes, la proporción en la villa del Trega rondaría los 300.

El número reproductivo instantáneo, que es el índice que indica el promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una eta de tiempo, está «lixeiramente por riba do 1, co intervalo de confianza preto do 2», en A Guarda y O Rosal, lo que significa que «cada caso pode estar contaxiando a outras dúas persoas e estase incrementando a transmisión». Esta incidencia acumulada (alto riesgo), la alta positividad de las pruebas PCR positivas, tanto en los contactos estrechos de los casos como en el área de investigación del brote, han sido determinantes para decidir aplicar las restricciones.

«Os veciños asumíronas ben, a xente prefire isto e que pare o goteo de casos para poder volver á normalidade en canto sexa posible», confirma el alcalde, Antonio Lomba, a punto de cumplirse las primeras 24 horas de su entrada en vigor. El primer encuentro de la liga de balonmano tuvo que celebrarse a puerta cerrada.