«Llevo tres años esperando por una fecundación in vitro. ¡Se me pasa el arroz!»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Lara Tobío, con su marido al lado, enseña las reclamaciones que ha hecho
Lara Tobío, con su marido al lado, enseña las reclamaciones que ha hecho M.MORALEJO

La huelga médica retrasa el anhelo de una pareja de vigueses de ser padres

11 dic 2025 . Actualizado a las 20:40 h.

La huelga de médicos convocada por el sindicato O'Mega tiene sus consecuencias. Una de ellas es el aplazamiento de procedimientos solicitados por pacientes desde hace tiempo. «Llevo tres años esperando por una fecundación in vitro, acabo de cumplir 40 y me la han vuelto a retrasar por la huelga. ¡Se me va a pasar el arroz!», explica Lara Tobío. Lleva tiempo intentado tener un hijo, primero sola y luego con su pareja, Fran, que está tanto o más destrozado psicológicamente que su mujer, ya que sufre enfermedades congénitas graves que no quiere transmitir a sus hijos, y que ya empezó a hacer las pruebas con una pareja anterior.

Lara era funcionaria interina en Barcelona y su vida se cruzó con la de Fran las pasadas Navidades en Vigo. Durante meses se veían en una y otra ciudad. Ahora ya viven en la urbe gallega ambos. La mujer empezó un tratamiento de fertilidad en la sanidad pública en Cataluña hace tres años. Este 2025 quiso que Fran se sumase al proceso para tener un hijo en común en lugar de ser madre ella sola, «pero no me daban la tarjeta de desplazado en Cataluña». Así que se establecieron definitivamente en Vigo, de donde es originaria, el pasado mes de septiembre.

«Todo lo que había hecho en Cataluña no me sirvió de nada, he tenido que volver a empezar en el Hospital Álvaro Cunqueiro. Pero el día 9 diciembre no me pudieron atender por la huelga y me han aplazado la cita al 14 de marzo. Resulta que acabo de cumplir 40 años, que es la edad máxima prevista en España para el tratamiento que necesitamos, aunque nos han dicho que en Galicia se puede hacer hasta los 41». Se trata de una selección genética preimplantacional, en la cual los óvulos se fecundan con el semen de la pareja y, al cabo de tres a cinco días, se estudia si esos embriones tienen la enfermedad genética del progenitor o no. Lo que sigue es que se destruyen los óvulos fecundados que tienen la enfermedad y se implantan los sanos.

La enfermedad de Fran es rara. Sufre lo que tuvo el futbolista del Sevilla F.C. Antonio Puerta, que falleció en el campo, jugando un partido. Le fallan los riñones y padece una patología cardíaca congénita. Al levantarse la camiseta muestra dos parches, además de un implante desfibrilador. Ocultan dos cateterismos, uno en la arteria yugular y el otro en el peritoneo. Uno de ellos se lo tuvieron que hacer de urgencia porque el 2 de noviembre sufrió la gripe A, con fiebre alta. «La fiebre afecta a los riñones», explica. Lo mandaron para casa con un paracetamol y estuvo en su domicilio mal durante muchos días. Un día, yendo al baño, se desmayó. Entró de nuevo en urgencias el 13 de noviembre y estuvo ingresado para que le hiciesen un cateterismo el 24 de noviembre, pero se aplazó hasta el 2 de diciembre «porque no había personal disponible». Ahora se somete a cuatro horas de diálisis tres días a la semana. No quiero que mis hijos sufran lo que yo, relata. Por eso empezó a realizarse pruebas con su pareja anterior. «Ahora no me dejan acceder al análisis de semen para ver cómo estoy de cara al nuevo procedimiento de fecundación».

Ahora esperan poder lograr la fecundación in vitro en marzo y no tener que recurrir a la sanidad privada, donde cada procedimiento cuesta unos 10.000 euros. Por todos estos retrasos y problemas han presentado reclamaciones. Lo normal es que para una primera cita transcurran tres meses desde que se pide y en este caso van a pasar 13.