El 93 % de la basura marina que llega a las islas Cíes es plástico

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo del 2017. Personal del CSIC dio con una sombrilla hundida en el fondo de las islas Cíes.
Imagen de archivo del 2017. Personal del CSIC dio con una sombrilla hundida en el fondo de las islas Cíes. CSIC

Bolsas de patatas, bastoncillos, envases de mantequilla y bidones de aceite aparecen en el único parque nacional de Galicia

11 ene 2024 . Actualizado a las 21:38 h.

Un estudio publicado en el 2023 por la revista Nature Geoscience estima que cada año terminan en el mar unas 500.000 toneladas de plástico fabricado por humanos. En España, este material representa más del 70 % de la basura marina detectada en el programa de seguimiento de desechos elaborado por la Dirección General del Mar adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica en 29 arenales. El informe advierte que en algunas zonas europeas el porcentaje puede elevarse hasta el 90 %. Tristemente, ocurre en la playa de Rodas de las islas Cíes, donde el 93,8 % de los objetos detectados se componen de plástico. Personal del Parque Nacional de las Illas Atlánticas trabaja desde hace años para aliviar y eliminar este tipo de vertidos (que tardan muchísimo tiempo en descomponerse, a veces décadas) sobre el espacio natural más protegido de toda Galicia.

El programa ministerial agradece contar desde el 2015 con el seguimiento de los desechos en Rodas, «ya que por su ubicación y características resulta enormemente representativa». A diferencia del resto de arenales analizados (como Es Trenc, Valdevaqueros o Agiti) en las Cíes los estudios se realizan por personal del proopio parque en coordinación con la División para la Protección del Mar de la Dirección General de la Costa y el Mar. En el último informe publicado por Transición Ecológica (realizaron cuatro campañas de recogida de basura a lo largo del 2022), se contabilizan 2.817 objetos en la playa de Rodas, de los cuales 2.641 son de plástico.

Animales atrapados entre redes de pesca bajo aguas de las Cíes.
Animales atrapados entre redes de pesca bajo aguas de las Cíes. José Irisarri

Cuesta creer que todavía exista hoy en día un tipo de visitante capaz de desprenderse a la ligera de una bolsa de snacks o del envoltorio de su bocadillo en un entorno de alto valor natural y poco alterado por la presencia humana, pero el informe de la Secretaría General del Mar acredita que es así. Durante las campañas han encontrado residuos que evidencian la huella humana en las islas, como bolsas de patatas fritas y de chucherías; tapas, tapones y corchos; bastoncillos de algodón o envases de yogures y mantequilla que se recogieron en Rodas. En la demarcación noratlántica, donde se ubica este arenal, el turismo de playa es la segunda actividad que genera más basura (16,1 %). La primera es la pesca, que representa el 18,7 % de los desechos. Agiti, Meñakoz, Oyambre, Vega, Frejulfe, Covas, Baldaio O Rostro o A Lanzada completan la demarcación.

También se han descubierto en la joya del único parque naccional de Galicia objetos de más de 50 centímetros como cuerdas o cabos gruesos, cabitos o cordeles, embalajes industriales, láminas, flotadores o bidones de aceite, todos ellos compuestos por plástico. Fuentes del Parque Nacional añaden que las bolitas plásticas de pélets, como las que afectan estos días a la costa gallega, no son una novedad en Cíes. Se han detectado a veces, aunque sin gran afectación. Ons es por ahora la única isla afectada por la marea de bolitas provocada por la caída de contenedores a bordo del Toconao.

Otra lectura es el crecimiento de basura marina a lo largo de los años. En el 2019, los colaboradores del proyecto descubrieron 1.515 desechos. En plena pandemia, el 2020, fueron 2.354 (pese a la bajada de visitantes). En el 2021 se detectaron otros 2.525 y así hasta los 2.817 que aparecieron en el último ejercicio analizado, con datos del 2022. Todo ello mientras el archipiélago vigués pulveriza los récords de turistas cada verano, soportando más presión humana que nunca. En el 2023 desembarcaron 339.340 personas (a la espera de resultados de diciembre).

La segunda categoría más representativa de la basura marina son los productos higiénico-sanitarios, que suponen un 4,5 %. «El resto de las tipologías ha sido de escasa o nula presencia», añade el informe.

Imagen de archivo de una jornada de limpieza en las islas Cíes.
Imagen de archivo de una jornada de limpieza en las islas Cíes. GUSTAVO RIVAS

La alerta del CSIC: sombrillas, guantes o redes de pesca que afectan al ecosistema

Ya en el 2017, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó un vídeo advirtiendo sobre la basura marina que habían detectado bajo aguas de las islas Cíes. Entre las imágenes se encontraba la de un buzo con una sombrilla desplegada en el fondo marino o guantes de cocina que mantenían la forma de una mano porque se habían llenado de agua. Ambos objetos parecían intactos, evidenciando que la descomposición de plásticos no es tarea sencilla.

El reciente estudio de la publicación especializada Nature Geoscience advierte, en este sentido, que calcular la cantidad de plásticos que afectan a los océanos es prácticamente imposible, porque puede haber más toneladas en el fondo o ingeridas por animales marinos. «Está ampliamente documentado que el impacto por enredo o ingestión de desechos marinos puede tener consecuencias negativas sobre el estado físico de los animales marinos e incluso provocar su muerte. Además, las basuras marinas pueden dañar o degradar los hábitats y aumentar el riesgo de transferencia de especies exóticas», advierte la Dirección General de la Costa y el Mar. En las Rías Baixas, desde 1940 han aparecido medio centenar de especies foráneas, como el pez ballesta, el globo o la barracuda.

Los desprendimientos de redes de pesca en las islas Cíes también han protagonizado algunos episodios porque hay animales que, como los cormoranes, se quedan atrapados y fallecen. El Colegio Oficial de Biólogos de Galicia aconseja que los marineros, tanto de la flota pesquera como de la deportiva, y los tripulantes de buques mercantes revisen y vigilen sus aparejos.