Un brote de covid obliga a la jueza de malos tratos a celebrar vistas con mascarilla en Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

La Xunta envió a dos refuerzos para suplir a varios funcionarios contagiados en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer

26 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue como asistir a un revival de la pandemia. Un brote de covid ha dejado en cuadro a la plantilla del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo porque hay entre tres y cuatro funcionarios contagiados. La jueza y el fiscal también dieron positivo en covid pero como carecen de síntomas acudieron ayer a su trabajo y celebraron vistas y toma de declaraciones protegidos con mascarillas, tanto ellos como todos los comparecientes. Una funcionaria proporcionó caretas a los abogados, las víctimas y los acusados cuando entraron en el despacho de la magistrada.

La propia jueza dio consejos a una víctima, que estaba muy afectada emocionalmente por el episodio de violencia machista que había sufrido, para que usase un clínex con cautela. Y el fiscal, en un descanso, pidió a los periodistas que se mantuviesen alejados de él por el bien de ellos. Al carecer de síntomas, la ley establece que tanto la jueza como el fiscal deben ir a trabajar presencialmente. Más aún en un día con muchas tareas en el que hubo dos detenidos y dos investigados.

Una funcionaria del juzgado aseguraba en los pasillos que estaban «desbordados por el brote». «No podemos más, estamos que nos morimos», confesaba. Si un día normal es caótico en este juzgado que funciona con las prisas de uno de guardia, más lo es con la plantilla diezmada.

Además, de dos a cuatro funcionarios no acudieron a sus puestos de trabajo en la oficina en estos días porque, además de dar positivo, tienen síntomas. La última caída fue la de una funcionaria el jueves. Aunque los empleados públicos no pueden tomar una baja por covid la Xunta sí les permite presentar un certificado médico que justifique su ausencia si tienen indicios de contagio como fiebre, resfriado, dolor de cabeza, cansancio extremo o tos.

El resultado es que, entre los turnos de vacaciones y las ausencias por síntomas de covid, el juzgado solo contó ayer con dos de sus nueve funcionarios. Se trataba de una tramitadora y una auxiliar. Ante el temor de que el tribunal quedase inoperativo, la Xunta llamó a primera hora de la mañana a dos auxiliares del turno de apoyo para que reforzasen la oficina, situada en la primera planta del anexo de la Cidade da Xustiza. «La Xunta reaccionó bien», dice una fuente.

El brote en el juzgado, que lo dejó casi inoperativa por falta de personal, generó protestas por parte de varios sindicatos, como AXG-CUT y Staj, que reclamaron refuerzos a la Xunta, lo que así se cumplió finalmente.

El tribunal operó con relativa normalidad ayer, con la salvedad de que todos los presentes en las oficinas debían usar mascarillas y guardar las distancias por el alto riesgo de contagio. El ambiente recordaba a uno típico de la pandemia salvo por un detalle: el aspersor de desinfectante de manos estaba vacío. Nadie se había preocupado en rellenarlo en las últimas semanas una vez que la amenaza del virus parecía haberse marchado.

El portavoz de AXG-CUT, Pablo Valeiras, recalcó la importancia del juzgado de malos tratos, que funciona en la práctica como uno de guardia, y el problema que arrastra con el personal. La jueza se ve obligada a resolver los casos de detenidos en el mismo día, decidir sobre su puesta en libertad o prisión, tomar medidas de protección o alejamiento hacia la víctima e incluso celebrar juicios rápidos. Según AXG-CUT, las jornadas de los funcionarios son extenuantes y se prolongan hasta las seis o las ocho de la tarde, cuando el resto de tribunales cierran al público a la hora de comer. El de Violencia de la Mujer no para hasta que liquida todo lo del día.

Uno de los detenidos de ayer, de 58 años, fue arrestado en estado ebrio por amenazar de muerte con un cuchillo de cocina a su expareja, de 56, en un domicilio en el Camiño de Finca Pateira, en Lavadores. También la detuvieron a ella por pegarle con un palo en el brazo. El lunes pasaron por el mismo tribunal seis detenidos por malos tratos durante el fin de semana y luego hubo uno o dos arrestados al día de media.