Romper barreras es rentable: «Cuesta igual que sea accesible que si no lo es»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Ha creado una consultora internacional de diseño de espacios y ha sido premiada por Organización Mundial del Turismo; «si alguien no puede entrar, es discriminación»

22 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Que un empleado prefiera trabajar en su oficina y no solo en teletrabajo es accesibilidad. También lo es que las personas se pasen horas en centros comerciales, diseñados para que los visitantes transiten por sus estancias con la tarjeta bien a mano. Son algunas de las tareas que asume Gala Llano (Vigo, 1979) a través de su consultora internacional Safe City, con sede en Madrid y en Lima, Perú, y especializada en el diseño de espacios integradores. Esta ingeniera de caminos ha fundado, además, una empresa emergente de formación distinguida por la Organización Mundial del Turismo por capacitar a expertos en eliminación de barreras.

Llegó a Perú en el año 2015 para trabajar en carreteras, pero dio un giro. Fue en un supermercado andino donde detectó una necesidad que no entraba en su cabeza de europea y que iba a cambiar su vida profesional. Con dos niños pequeños a cuestas descubrió que hacer la compra podía convertirse en una yincana. «En un supermercado de dos plantas me dijeron que no había ascensor, que me ayudaba un empleado a subir al piso de arriba... Mi cara era un poema... Ya no porque yo tuviera a los dos niños, sino porque limitaban el acceso a todos los clientes que llevaban carrito de la compra». Esa anécdota le abrió camino, se formó y fundó la primera empresa de Perú especializada en accesibilidad.

«Al principio me decían: ‘Eso aquí no se hace’. Y yo decía: ‘Se hará’. Así fue, se hizo y se hace, y no solo en Latinoamérica. En 2019 regresó a España y se instaló en Madrid, donde creó la sede española de la firma, manteniendo el negocio en Perú. Llano ha creado una metodología basada en las normativas españolas y estadounidenses en accesibilidad, que «son una referencia». La norma nacional es un ejemplo, pero no siempre se cumple. «Por donde voy, encuentro rampas y accesos que no se ajustan a la norma. Te pones las gafas de ver accesible y ya no te las quitas. Vas por la vida encontrando fallos». Uno de los clásicos son las rampas que terminan en escaleras: «De esas me encuentro muchas».

«Todos vamos a necesitarlo»

La accesibilidad es ya un concepto universal, no afecta solo a quienes tienen algún condicionante físico o sensorial, es una forma de construir y diseñar que piensa en todos los individuos. Entre los principales clientes de Safe City están empresas con oficinas que quieren mejorar la confortabilidad en los puestos de trabajo, para atraer a los empleados a la sede y revertir la tendencia al teletrabajo. «Diseñamos oficinas amplias, con mesas que se puedan regular en altura, que las puertas abran de forma cómoda, que los baños o la cocina del trabajo tenga los elementos a una altura a la que pueda acceder cualquiera desde una silla de ruedas». Detalles que para muchos se pasan por alto, pero no para el detector de esta ingeniera con ojo clínico. «Revisamos las manillas de las puertas, hasta vemos cómo se abre el grifo».

A las manos de Gala Llano llegan normalmente las obras en plano: «Siempre encontramos algo que mejorar. Si se tiene en cuenta desde el principio, hacer un espacio accesible cuesta lo mismo que si no es accesible». Los centros comerciales son proyectos muy frecuentes en Safe City, catedrales del consumo donde casi nada se escapa a los objetivos de ventas; aquí entra en juego la accesibilidad cognitiva, que pretende que todos los individuos se sientan a gusto. «Las claves son que la gente no se pierda, que acceda cómodamente a los baños, que haya buena iluminación. Se trata de hacer sentir a la gente parte de ese grupo y que no tenga prisa en irse».

De tal palo, tal astilla. Hija del ingeniero de caminos Rafael Llano de la Concha, ex concejal vigués y jefe de ingenieros de la Diputación. En la foto, de niña
De tal palo, tal astilla. Hija del ingeniero de caminos Rafael Llano de la Concha, ex concejal vigués y jefe de ingenieros de la Diputación. En la foto, de niña

En materia turística, su labor es la de conseguir que el cliente con limitaciones de accesibilidad no tenga barreras y, aun en otro continente, tenga las mismas comodidades que en su país. «El turista con dificultades de accesibilidad suele ser una persona mayor, es un perfil de cliente que si está cómodo en un hotel, vuelve». Y no solo las instalaciones, la experta asegura que el 98 % de las webs turísticas no son accesibles, sí lo es normalmente el transporte público como el tren, aunque en aviones y autobuses queda camino.

Gala Llano es hija del ingeniero vigués Rafael Llano de la Concha, lleva en los genes la pasión por las infraestructuras, y también por Vigo, ciudad que la vio nacer y que visita periódicamente para que sus tres hijos disfruten de la brisa gallega y de sus abuelos. «Vigo ha mejorado mucho en accesibilidad y España es una referencia. Todos vamos a necesitar ayuda en algún momento de nuestras vidas: Un carro de bebé, una maleta, incluso si te vas a China y no hablas su idioma, tener buena señalética también es accesibilidad. Es imprescindible. Si alguien no puede entrar a un lugar, lo estás discriminando».

Su canción

«Don´t stop me now», de Queen. «He escogido esta canción porque disfruto mucho lo que hago, me gusta mi trabajo y no quiero que me paren, me lo paso muy bien. Es difícil parar también en verano y desconectar del todo, aunque cojo vacaciones siempre estás pendiente de la empresa y los clientes».