Alarma vecinal en la Alameda por el riesgo de derrumbe de un edificio histórico agrietado

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

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Reclaman al Concello que tome medidas en el inmueble, del arquitecto Gómez Román, que ya ha sufrido desprendimientos y cuyos pisos están vacíos

29 ago 2021 . Actualizado a las 01:46 h.

Los últimos casos que se han conocido sobre edificios que se han venido abajo de forma repentina ha incrementado la preocupación de vecinos que viven cerca de otros inmuebles que se encuentran en un pésimo estado de conservación. Es el caso del bloque histórico (se trata de una sección del edificio Saturnino García, que fue obra del reconocido arquitecto vigués Manuel Gómez Román), que ocupa el número 31 de la plaza de Compostela. No vive nadie en el inmueble, tan solo está ocupada la planta baja por un restaurante. Visto desde la Alameda, se observa que es un edificio antiguo y señorial con una fachada aparentemente en buen estado de conservación. Sin embargo, donde se advierte su preocupante situación es desde la parte trasera.

Desde un edificio colindante puede observarse cómo el inmueble está atravesado por una grieta de considerables dimensiones. A través de una de las ventanas también se ve que ha sufrido algunos desprendimientos internos. Esta situación genera desde hace años una gran preocupación entre los vecinos del entorno, que han denunciado en numerosas ocasiones el estado en el que se encuentra el edificio.

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El Ayuntamiento ha abierto expedientes que han acabado caducando por la falta de respuesta de los propietarios. Según la documentación aportada por denunciantes, el inmueble no ha pasado la inspección técnica de edificios (ITE) y el Concello llegó a imponer hace ya unos años multas coercitivas por la falta de cumplimiento de medidas urgentes de seguridad.

«Es tremendo. Nos da miedo cada vez que lo vemos, sobre todo después de lo que ha pasado», señala una vecina que vive cerca y comparte la alarma. 

Desgracia

Los residentes reclaman al Concello vigués que obligue a los propietarios a acometer una reforma del inmueble antes de que pueda ocurrir una desgracia. No es la primera vez que la administración local se pone firme con propietarios que tienen sus inmuebles abandonados y que suponen un peligro. Recientemente, el propio alcalde de Vigo, Abel Caballero, dio cuenta de la orden de demolición dictada sobre un edificio en ruinas del número 18 de la calle de Pi y Margall, y también sobre el del número 32 de la calle Areal, que se desplomó a comienzos de este año sobre el gimnasio del interior de la mañana sin causar, afortunadamente, ningún herido.

Vecinos de la Alameda reclaman ahora el mismo camino para este inmueble o una reforma que respete su aspecto señorial y pueda asegurar al menos su estructura.