La venta a granel vuelve a estar de moda

celia eiras VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Cada vez más colmados de barrio llenan la cesta de la compra con producto de calidad y ecológico

15 ago 2021 . Actualizado a las 20:01 h.

«Tienes que probar las nueces que traje hoy», «mejor no lleves eso, creo que a ti no te va a gustar», «prueba esto, te pongo un poco y si no está bueno me lo devuelves». Así ejemplifica Paula Bermúdez su relación con los clientes habituales de su tienda de productos a granel Divino Calvario. Para ella, el quid de este tipo de negocios es la «relación de cercanía con la gente», una que difícilmente se puede entablar en los supermercados. Bermúdez abrió el establecimiento hace cinco años, con la idea de vender golosinas al peso a los niños del barrio del Calvario. Un tiempo después añadió frutos secos a las cajas. Los clientes comenzaron a pedir otros productos, y ella les hizo caso. A los pocos meses, ya tenía harina, especias, café y legumbres.

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Divino Calvario recupera un modelo de negocio tradicional que hace años estaba prácticamente desaparecido. Fue la primera tienda del estilo que volvió a abrir en el barrio. Ya se les había ocurrido un poco antes a Miguel y Elia cuando abrieron La Despensa de Clara en el 2013. En plena crisis económica, buscaban «formas alternativas de abastecer a la gente». La idea no era nueva, pero sí insólita, y en los últimos años muchos otros colmados se han ido estableciendo por toda la ciudad.

El matrimonio comparte cometido con Paula Bermúdez: vender «un producto de calidad, sano y buscando el trato de cercanía con el cliente». Pero otras tiendas de venta a granel surgieron de otro motivo primordial: el ecológico. Cerca de Divino Calvario abrió en el 2017 Greengranel. «Un día Sandra», la dueña, «volvió de hacer la compra y cuando estaba metiendo todo en la despensa se dio cuenta de todo el plástico que había desperdiciado», cuenta su compañera Luisa.

Greengranel se puso en marcha con el objetivo de «limitar todo lo posible el impacto en el medio ambiente», y por eso cuenta además con un 100 % de producto de origen vegetal. No todo el producto que oferta es ecológico, pero sí artesano y «lo más natural posible». Las chicas de Greengranel buscan siempre innovar y por eso, además de vender una amplia gama de comestibles veganos, se han introducido en el campo de la limpieza del hogar ecológica.

La venta de este tipo de productos a granel, como detergentes, friegasuelos o lavavajillas, es menos conocida, pero está comenzando a coger fuerza. Javier Zamuz abrió 4eco Vigo a principios del 2019 con una idea completamente innovadora en la ciudad. En su tienda oferta todo tipo de productos de limpieza, completamente veganos y más de un 95 % biodegradables. Dejar a su «hijo un planeta mejor» es su gran meta, y por eso montó un sistema circular en el que apenas interviene el plástico. Cada vez que se le termina un producto, reenvía el mismo envase a los proveedores para que lo rellenen.

Por otra parte, los clientes tienen que traer su propio envase de casa, pero si no lo hacen, Zamuz se lo facilita: «Pido a los clientes que me vayan dejando envases que les sobren, los higienizo y les doy otra vida». Hasta hoy ha recolectado más de 20.300 envases.

Zamuz no solamente reivindica los productos naturales por la necesidad de reducir el impacto ambiental del plástico: «Aparte de ser bueno para el planeta, también es muy bueno para pieles atópicas». Sus clientes han comprobado que su producto «no es agresivo y funciona».

También por el barrio de O Carme, Belén Vidal abrió Biopompas el pasado octubre. La premisa es muy parecida a la de 4eco, pero añade a su oferta productos de higiene personal naturales y biodegradables: champús para todo tipo de cabellos, acondicionadores, mascarillas, geles de ducha o jabones.

«Al ver la etiqueta de ‘ecológico’, la gente piensa que es más caro, pero luego ven que no», sostiene Vidal. En el campo de los comestibles, la dueña de Divino Calvario tiene que batallar contra el mismo prejuicio: «Las grandes superficies compran grandes cosechas para abaratar costes y venden la misma durante dos años; las nueces te pueden salir veinte céntimos más baratas que aquí, pero no están buenas».

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Según Diego Alonso, miembro de Aldea Cooperativa, «dar accesibilidad al producto ecológico con precios razonables» fue la razón por la que 14 agricultores y consumidores fundaron esta sociedad en el 2014. Su tienda en la calle Sevilla acoge tanto a clientes del barrio como a los 120 socios de la entidad, que pueden adquirir los productos con descuento. Su oferta se escoge en base a tres criterios: calidad, precio y sostenibilidad.

El incremento de colmados en Vigo es llamativo. «Se está convirtiendo en una moda», opina el dueño de 4eco. Para Alonso, hay una «vuelta a la economía de barrio». Una que, para Vidal, «está sabiendo compaginarse con la compra en supermercados».