La sobreira de A Peneda ya es un árbol singular

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Es un ejemplar de cuatro siglos de vida que alcanza los quince metros de altura

02 mar 2021 . Actualizado a las 01:03 h.

No todo van a ser arboricidios, a veces hay buenas noticias. Hace unos años, en verano de 2018, les presentábamos en estas páginas una serie de rutas para conocer nuestro patrimonio natural, especialmente aquellos lugares menos conocidos y, en cada una de estas rutas, señalábamos algún elemento que, por sí solo, bien justificaría la visita. Una de estas rutas invitaba a visitar el monte de A Peneda, en el límite de los concellos de Redondela y Soutomaior, y concretamente destacábamos como elemento singular la imponente sobreira (alcornoque, quercus suber) que coronaba el monte.

Decíamos concretamente «la gran sobreira que preside el mirador merece figurar en el catálogo de árboles singulares de Galicia ¿A qué esperan?». A veces suceden estas cosas y hoy queremos contarles una noticia de hace unas semanas que se nos quedó en el tintero: esa sobreira ya es oficialmente un árbol singular de Galicia, pues acaba de ser la última incorporación al listado de árbores senlleiras.

Ante todo, que conste el agradecimiento y la felicitación a los promotores de esa solicitud, los comuneros y comuneras de montes de O Viso que, tras años de perseverancia, consiguieron esta inclusión y lo que ello implica a efectos de conservación. Nuestra vieja amiga, que con solo cuatro siglos de vida es apenas una jovencita, tiene una altura de quince metros y su tronco alcanza los dos metros de perímetro. Con semejante envergadura, destaca sobre el paisaje en la cima del monte junto a la ermita de As Neves.

Conviene señalar que los criterios para considerar un árbol como senlleira son muy exigentes y no incluyen solamente criterios botánicos, como su singularidad y su edad, sino también su valor histórico y cultural, lo que explica que no lleguen a los dos centenares el total de ejemplares catalogados en toda Galicia de los que una buena parte de los que corresponden a la provincia de Pontevedra, que curiosamente los podríamos ver con unos buenos prismáticos desde el monte de A Peneda.

Pero nuestra destacada amiga no está sola. Resistiendo a duras penas frente a las repoblaciones de eucaliptos y acacias podemos encontrar en la ladera orientada, al oeste del monte de A Peneda, un pequeño bosque de sobreiras, con toda probabilidad descendientes de su prima la mayor. Es un bosque relicto, de los pocos ejemplos vivos que nos quedan en recuerdo de cuando las sobreiras eran abundantes en nuestro entorno, como atestiguan muchos topónimos y nombres de lugares que todavía conservamos.

La desagrarización del rural, el uso de materiales alternativos al corcho para colmenas y vinos, y la ocupación forestal por especies de crecimiento rápido fueron extinguiendo esta silvicultura sustentable y toda su etnografía y cultura asociada y, en el caso concreto de A Peneda, no podía faltar el factor fuego.

Si visitamos hoy ese bosquete de sobreiras observaremos sus cortezas ennegrecidas. Aproximadamente una vez por década (o a veces cada menos tiempo) el monte arde y es precisamente la protección de la corteza la que ha permitido a nuestras sobreiras sobrevivir a tanto incendio recurrente, y nunca accidental.

Frente a esto también resulta destacable señalar que fue precisamente A Peneda el lugar en el que tras la oleada de incendios de 2006 se llevó a cabo por parte de decenas de voluntarias una de las primeras experiencias colectivas de regeneración de suelos quemados tras el penúltimo incendio que arrasó sus laderas. Esto nos lleva a recordar otra cosa que comentábamos hace unos años: «Solamente por este bosquete de sobreiras, que tenazmente resistieron al menos un incendio por década en los últimos años, el lugar merecería contar con una figura de protección y ser declarado, como mínimo, ENIL (espazo natural de interés local) por parte del Concello de Redondela».

Una vez conseguida la catalogación de la sobreira de A Penada como una árbore senlleira de Galicia… ¿se animaría Redondela a solicitar declarar el monte que le sirve de contexto como espacio natural protegido al menos a nivel local?