«En Facebook como gratis y me lavan y planchan la ropa»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

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CEDIDA

El informático pontevedrés Martín Vigo triunfa en Silicon Valley; trabajó en Apple y ahora protege la gran red social

28 oct 2020 . Actualizado a las 11:02 h.

Cada noche, un «amigo» de las Rías Baixas ataca con virus informáticos a Facebook y Mark Zuckerberg le paga por ello. Su misión es blindar las cuentas de 2.500 millones de usuarios. Martin Vigo (Pontevedra, 1981) es ingeniero de seguridad ofensiva (OSE) para la red social. Este informático trabaja desde hace once años en Silicon Valley, la zona californiana donde se asientan gigantes como Google o Apple. Su trabajo es hackear a su propia empresa, Facebook, como si fuese un delincuente real para descubrir agujeros y remendarlos. Su oficio se llama Red Team (Equipo Rojo).

Recientemente, Vigo participó por videoconferencia en la tertulia Galicia Futurae Galegos Espallados, organizada por Ramón Suárez y Antonio Fernandes desde Vigo. Junto a Fernando Abilleira, un pontevedrés en la NASA e Ismael Faro, un vigués en IBM, contaron su experiencia de trabajo en Estados Unidos.

Cuenta que aterrizó en Silicon Valley con una internship (puesto de interno) de seis meses en Apple. Pidió una prórroga y pasó cinco años como ingeniero de software. Su pasión era la ciberseguridad y se cambió a Salesforce. Durante un lustro revisó sus sistemas para hacerla más segura y allí le surgió la idea de ser un red team, «el puesto de mis sueños, donde mis únicas responsabilidades serían hackear». Ciberdelincuentes sofisticados o gobiernos intentan atacar a empresas y el red team «tiene que hacerlo antes que ellos para hallar los fallos y solucionarlos», aclara.

Solo había 15 empresas que se podían permitir contratar a un red team a jornada completa y Facebook era una de ellos. «Me pareció muy interesante porque es un objetivo para criminales muy importante», dice. Y así entró.

Compara la sensación de trabajar en una gran compañía tecnológica en California con «vivir en una burbuja de 50 kilómetros de diámetro». «Suelo bromear con amigos que me va a ser imposible trabajar en otro sitio del mundo que no sea aquí porque en cuanto me tenga que pagar yo el café de las once de la mañana, la bofetada de realidad será muy dura. Por no hablar de los horarios partidos», comenta.

Recuerda que el proceso de selección en Facebook «fue duro pero mereció mucho la pena». Y es que la red social lo mima. «En Facebook te dan absolutamente todas las facilidades para que solo tengas que preocuparte de hacer tu trabajo. Me dan desayuno, comida y cena, me lavan y planchan la ropa y tiene gimnasio con instalaciones para muchos deportes. Hay un banco, consulta médica, masajista y peluquería. Y para el ocio, taller para arreglar bicicletas, sala de música con todo tipo de instrumentos, taller de maderas e impresión 3D para proyectos personales o una sala de juegos», dice.

Para él, la formula de su éxito laboral «es la habitual: esfuerzo, arriesgarse y un poco de suerte». Esfuerzo porque hay que saber inglés, estudiar y prepararse «para pasar entrevistas complicadas y trabajar duro para ascender». Arriesgarse porque «hay que salir de la zona de confort y atreverse a cruzar el charco, dejando familia y amigos atrás», todo para crecer profesionalmente. Y suerte porque «tiene que salirte la oportunidad y pasar entrevistas muy complicadas» explica.

Una dificultad añadida es que una empresa norteamericana «tiene que decidir esponsorizarte para que te den un visado y ni eso es suficiente ya que toca a uno por cada seis solicitantes. Al final, tendrás que tirar una dado y cruzar los dedos», relata.

En España, y, concretamente, en Galicia, ve «un talento brutal» pero Silicon Valley es «donde se junta todo el talento de todos los rincones del mundo. Viene con las ganas y la energía de crear y emprender, y tiene el respaldo político y económico para hacer la tarea mas fácil». Influye que Estados Unidos acoja a gigantes de sectores punteros como tecnología, medicina o finanzas. «Las oportunidades son muchas y estás en un ambiente y rodeado de personas que te incitan a crecer profesionalmente. Y, por supuesto, importa el sueldo», dice.

Recomienda que los jóvenes gallegos aprovechen la «oportunidad» actual. «No soy ningún visionario pero la pandemia mundial y el despliegue de 5G es una combinación muy potente. Cada vez son más las empresas en Silicon Valley que anuncian que permitirán trabajar a sus empleados en remoto. El concepto de nómada digital será cada vez más común. España es un país con una calidad de vida conocida mundialmente. Nuestra gastronomía es excelente y saludable. Somos de los países con más esperanza de vida y seguros. Y Galicia es la joya de la corona».

Insiste en que las Rías Baixas son un lugar de trabajo ideal para los nómadas digitales. «Recomendaría centrarnos en atraer todo ese talento. Tenemos la materia prima perfecta, ahora falta publicitarla. Países de Europa del Este han anunciado visados especiales para profesionales en sectores clave que dan todas las comodidades para mudarse ahí. Deberíamos hacer lo mismo, un esfuerzo legislativo y de infraestructura para atraer a miles de profesionales que pronto buscarán sitios para trabajar cerca de una playa y vivir cómodamente».

De Galicia echa de menos su casa, la comida y un estilo de vida menos ajetreado, «donde vas planteándote formar familia».