«En los 80 éramos igual de manipulables»

VIGO

Alejandro Martínez

El economista y ensayista Ricardo Canosa presenta a las 19.30 horas en la cafetería Maracaibo «Crónicas de la era del Rock and Roll»

23 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ricardo Canosa incursiona en el mundo de la novela después de haber publicado obras de divulgación sobre temas económicos en tiempos de crisis.

-¿Cómo nació la obra?

-Era un proyecto de hace años. En una mudanza perdí la mitad del libro. Al principio pensé que era una faena, pero fue lo mejor porque me obligó a escribirla de nuevo.

-¿Cuál es el argumento?

-Es la historia de un grupo de rock de los 80. «Demasiado tarde» es un país imaginario, parecido a España, una sociedad al borde del colapso, con huelgas, amenazas terroristas y rumores de golpes de estado. La novela narra el ascenso y caída del grupo.

-¿Tiene algo de autobiográfico?

-Al escribir todos lo hacemos sobre cosas que nos pasan y luego las distorsionamos. Como diría Vargas Llosa, uno tiene que mentir con conocimiento de causa.

-¿Para quién está orientada la novela?

-Yo creo que para todo tipo de público, a cualquiera que le guste la lectura. Está escrito en un tono, sino divertido, irónico, que intenta sacar la sonrisa de la gente.

-¿Qué mensaje quiere comunicar con el libro?

-Intento reflejar esa sociedad de los años 80, todavía no informatizada y con menos acceso a la información, pero igual de manipulable. Ahora mismo, es tal el caudal de información que nos llega que no nos da tiempo a asimilarla. Somos igual de manipulables que una sociedad de pastores en la época de Jesucristo. Eso se ve en los políticos, que van pasando de un tema a otro. No hay análisis, hay consignas, proclamas. Los temas pasan de moda a una velocidad de vértigo.

-¿Cómo ha cambiado su generación desde los años 80?

-De aquella era más joven. Con la ignorancia eras más feliz y tenías sueños y esperanzas. Con los años todo eso se va difuminando. Te vuelves más sabio y más escéptico. De hecho, una de las canciones del grupo del que escribo en la novela dice que «no nos quedemos en las grandes palabras no son más que publicidad de las grandes estafas. Ahora que Dios se ha olvidado del mundo, por fin ha llegado nuestro turno».

-¿Los músicos son hoy en día igual de creativos?

-El talento no se ha perdido. Ahora se funciona más por márketing. Sigue habiendo artistas igual de buenos. Pero las compañías buscan algo fácilmente impactante.