El «top» de los alquileres de verano en la ría de Vigo: 4.500 euros semanales por el Cangas Village

Alejandra Pascual Santiago
ALEJANDRA PASCUAL VIGO / LA VOZ

VIGO

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Aumenta la demanda de casas en detrimento de los pisos, aunque los precios se mantienen estables

29 jun 2020 . Actualizado a las 23:26 h.

«Ha sido un año rarísimo. Hasta finales de mayo la demanda ha estado parada», confiesa Daniel Vicente, gerente de la inmobiliaria Playa América. A los ofertantes de alquiler vacacional de O Val Miñor, O Morrazo y Vigo les resulta difícil establecer un patrón común entre las inquietudes de sus clientes para este verano. En términos generales, ha aumentado la demanda de casas y chalés, pero destacan que el precio del alquiler se mantiene con respecto a julio y agosto del año pasado y que los inquilinos son, en su mayoría, de Madrid. Asimismo, subrayan la nulidad de reservas extranjeras.

En O Val Miñor, Baiona es el concello con las tarifas de alquiler más altas. Arrendar una casa resulta factible a partir de 4.000 euros. «El precio del alquiler se ha mantenido. Quizás ha habido un ligero aumento de cien euros en el caso de las casas, pero es algo mínimo», apunta Candela Cabello, gerente de la inmobiliaria Tierra Mayor, en Baiona. El inquilino principal es madrileño, pero subraya una tendencia diferente: aumenta el interés por parte de de Vigo y de Pontevedra, «algo que no sucedía en años anteriores», subraya.

En Nigrán, la oferta de casas ha mermado en las últimas dos semanas. Para encontrar una con piscina, hay que alejarse de la playa. «Disponía de un chalé con esta particularidad en Gondomar y me lo quitaron de las manos», confiesa Daniel Vicente, cuyo negocio se encuentra en Nigrán. Asimismo, señala que hay casos de arrendatarios que este año no ofrecen sus propiedades «por miedo al contagio a la hora de limpiarlos».

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En las afueras de Vigo, Canido es una zona de llegada masiva de propietarios de segundas residencias. Los portales de Internet de alquiler vacacional tienen escasa oferta para los próximos meses y son en su mayoría apartamentos. Un ejemplo destacable es el loft arrendado por Vanesa Couñago. La anfitriona alquila el alojamiento entero, sobre la propia playa de Fuchiños. Cuenta con tres dormitorios, dos baños y un lavabo. El precio que se paga por el mismo es el resultado de poder abrir literalmente las ventanas y dejarse refrescar por el olor de las olas, a menos de diez metros del salón. Alojarse en el Zen Playa durante los treinta días de julio cuesta 8.361 euros, ya que alquilarlo durante un mes completo, a través de la plataforma Airbnb, implica un descuento de 2.450 euros. «Tenemos reservas cerradas tanto en julio como en agosto. A partir de septiembre entra un inquilino de larga duración», explica Couñago.

Al otro lado de la ría, Cangas y Moaña son dos referencias del alquiler vacacional. En la capital de O Morrazo, la oferta de apartamentos es abundante, pero la de casas no tanto. Eso sí, ahí se encuentra el alquiler top de toda la ría de Vigo: Cangas Village, que sale a 4.500 euros a la semana. Alquiler un chalé en Cangas para todo el mes implica el desembolso de entre 4.000 y 8.000 euros. «Las casas están muy demandadas, no hay tanta oferta como demanda. La gente quiere libertad», señala Merchi Soage, gerente de lnmobiliaria Cangas. Soage intuye que la tendencia de los pisos será la de rebajar el precio «porque si no se quedan vacíos».

Moaña es otra de las receptoras de turistas en la época estival. El precio de la escasa oferta de chalés en los portales web se asemeja a de los apartamentos. Un ejemplo es una casa en O Con para seis personas. Albergarse en esta residencia durante todo el mes de julio es factible por 2.500 euros.

El informe anual sobre el precio de los alquileres en la costa elaborado por Tecnitasa, compañía tasadora independiente homologada por el Banco de España, corrobora lo que apuntan las inmobiliarias de Vigo y su área. La incertidumbre ha marcado los contratos de alquiler y los precios en O Val Miñor y O Morrazo se mantienen con respecto al último verano. Vigo es el único municipio con un ascenso ligero de precios, de entre el 2 y el 10 %.

El estudio de Tecnitasa analiza el precio medio de arrendar un apartamento de entre 60 y 90 metros cuadrados. Entre sus conclusiones, indica que el precio medio de alquiler en Baiona para un apartamento de 75 metros cuadrados es de 650 euros semanales, es decir, 2.600 al mes.

En Nigrán el informe distingue entre la zona de Praia América y Panxón, cuyo precio semanal para un piso de 70 metros cuadrados es de 750 euros, y la zona de Patos, en la que el promedio de arrendar es algo inferior, 650 euros durante siete días.

En Vigo, la única zona en la que ha incrementado el alquiler, un apartamento de 80 metros cuadrados de superficie en Samil supone 2.880 euros al mes.

En Cangas, Tecnitasa distingue entre el casco urbano y la costa de Aldán e Hío. En la primera, el precio medio por 90 metros cuadrados es de 500 euros semanales y en la zona de playas subre otros 150 euros.

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Dos casas, una finca de 8.000 metros y acceso directo a una cala

El Cangas Village se erige como la joya de los alquileres vacacionales entre las zonas más solicitadas de la ría de Vigo. Ubicada en una zona privilegiada y discreta entre la playa de los Alemanes y la de Canabal, esta villa abarca 8.000 metros cuadrados de finca y dispone de unas vistas privilegiadas que ofrecen una panorámica limpio de la ciudad de Vigo al fondo. Uno de sus grandes valores es el acceso directo a una cala poco concurrida, de aguas cristalinas y arena fina. Tiene dos casas, una más grande que la otra, ambas ornamentadas bajo un diseño sofisticado. La propietaria ofrece la posibilidad de alquilar una de ellas o las dos, disponiendo de esta forma de todo un paraíso terrenal en el que no hay mayor preocupación que disfrutar del verano. El precio de arrendar ambas es de 4.500 euros semanales. Además, cuenta con una barbacoa para celebraciones y una huerta ecológica en la que cultivan todo tipo de frutales y vegetales, como tomates cherry, lechugas, pimientos de la zona, alcachofas... Esta oferta de cultivos puede ser saboreada por sus inquilinos entre sus recetas.