¿Qué tipo de prueba tengo que hacerme?

La Voz

VIGO

FERNANDO VILLAR

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En la fase de explosión de la epidemia del nuevo coronavirus, los hospitales públicos no tenían capacidad para hacer tantas pruebas y los criterios eran muy restringidos. Hasta finales de marzo, solo se hacían determinaciones a personas que tenían síntomas respiratorios y que venían de zonas de riesgo. Ahora se sabe que el virus ya campaba por Europa a principios del 2020 y que más de la mitad de los contagios han sido por personas asintomáticas, así que los criterios se han ido relajando. En la nueva estrategia que el Gobierno aprobó esta semana incluso se recomienda que se hagan pruebas PCR a los contactos de las personas a las que se les ha confirmado una infección por coronavirus. Hasta ahora simplemente se los aislaba.

En este momento hay dos tipos de pruebas que se están utilizando para saber si alguien sufre o ha sufrido el covid-19. Una es la PCR. Sirve para saber si alguien tiene en su organismo el virus SARS-CoV-2. Utiliza técnicas moleculares y tiene una sensibilidad alta. Pero solo es capaz de saber si el virus está, no si está activo: al ser tan sensible puede detectar la presencia de fragmentos del virus en gente que ya ha superado la infección. De hecho, los estudios dicen que las personas que cursan con enfermedad leve pueden seguir dando positivo, pero que a partir de siete días ya no contagian a otros. Esta prueba se hace con una muestra nasofaríngea: metiendo un hisopo por la nariz del paciente. Después la muestra se lleva al laboratorio y se analiza.

La otra prueba es el análisis serológico. Existe una versión breve, que son los test rápidos, similares a una prueba de embarazo, pero con una gota de sangre. Prácticamente se han descartado porque arrojan demasiados falsos positivos y negativos. La técnica que se utiliza se conoce como Elisa (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas). Se hace una extracción de sangre y se lleva al laboratorio. No detecta el virus, sino los anticuerpos que genera el organismo para luchar contra él. Estos anticuerpos pueden ser IgM (infección activa) o IgG (infección superada).

Los médicos de cabecera pueden pedir las dos, aunque la serología se restringe a casos de clínica persistente con dos PCR negativas.

Entonces, ¿qué prueba hay que hacerse? La que diga el médico.