Rosa Morais: «La protección es una barrera para el contacto»

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

La Voz

Supervisora de hospitalización médica del Álvaro Cunqueiro señala que en el hospital vigués ha empezado ya la desescalada

26 abr 2020 . Actualizado a las 20:14 h.

La hospitalización de pacientes en el Cunqueiro relacionados con el coronavirus depende de Rosa Morais, supervisora de enfermería.

-¿Cómo es su trabajo ahora?

-Inicialmente estábamos centrados en planificar la recepción de los pacientes de covid-19 y en vaciar los servicios escalonadamente para convertir las unidades de hospitalización en solo covid. Ahora ya estamos en la fase inversa: viendo la posibilidad de ingresar otras patologías en estas unidades. Teníamos tres velas para coronavirus y las hemos dejado en dos; y dos para sospechas, que llamamos precovid y se ha quedado en una.

-¿En qué ha cambiado el trabajo de la enfermería?

-El principal cambio, además del miedo a lo desconocido, es tener que trabajar todo el turno enfundado en los equipos de protección individual, con mascarillas, casco, guantes... Todo esto supone una barrera para realizar técnicas y también para algo que es característico de nuestra profesión, que es el cuidado y el contacto. El cuidado es el mismo, pero no podemos ser tan cercanas, por la indumentaria.

-Y las familias tampoco están.

-Llevamos muy mal que los pacientes estén alejados de sus familias, en soledad, y la falta de contacto, la gente que muere sola. La enfermería está 24 horas con los pacientes y la cara que ven es la tuya. En estas unidades se implantó un sistema de tabletas para videoconferencia.

-¿Ingresan jóvenes?

-El perfil ha ido cambiando a lo largo de las semanas. Inicialmente, eran personas jóvenes y autónomas, sobre todo gente que había viajado. Luego ha venido gente cada vez más dependiente, a lo mejor la abuela de la joven que había ido a Madrid. Ahora tenemos sobre todo usuarios de residencias. No es lo mismo un paciente de 30 años o uno de 70 autónomo, que uno mayor y que no lo es.

-¿En qué se diferencia el trabajo en la planta de positivos y en la de sospechas?

-En la planta precovid hay que ponerse un equipo de protección nuevo para cada paciente, porque si no, si alguno es positivo se puede contaminar a los negativos. Además, son unidades con mucha rotación de pacientes: entran por la noche y al mediodía ya se van, cuando llegan los resultados. Si son positivos pasan a la planta de positivos y si son negativos, a la que les corresponda. La mitad suelen ser negativos. En las unidades covid solo entra el personal imprescindible y los pacientes están más tiempo.

-¿Hay más enfermeras en estas plantas?

-Hay más ratios de personal. Tenemos una enfermera para cada seis pacientes, mientras que en una unidad normal pueden ser una para cada nueve o diez por las mañanas y para 15 por las tardes. Es normal que sea así, porque solo el hecho de vestirse y desvestirse lleva mucho tiempo y los cuidados suponen mucha carga de trabajo.

-Se contó con la posibilidad de dedicar buena parte del hospital.

-Teníamos capacidad para mucho más. Tuvimos unidades cerradas a la espera de lo que pudiese venir, y con el personal dotado, aunque reubicado en otras plantas. Nunca estuvimos sobrepasados.