Solidaridad vecinal contra el virus

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Miles de ciudadanos se organizan para ayudar a las personas que más lo necesitan durante la crisis sanitaria

16 abr 2020 . Actualizado a las 00:56 h.

Los vigueses están dando lo mejor de sí mismos para superar entre todos la crisis del coronavirus. Los gestos de solidaridad se han multiplicado durante estos días tan difíciles. Los ciudadanos se ayudan a sí mismos cuando el trabajo de las administraciones no resulta suficiente para paliar tantas necesidades que han quedado al descubierto. Ciudadanos que hacen la compra a personas mayores o aisladas por el virus, personas que donan comida para repartir entre los más necesitados, donaciones de empresas o particulares de toda clase de productos de primera necesidad, o comunidades de vecinos que se organizan para que a nadie le falte de nada son algunos ejemplos de cómo mucha gente se están volcando con el prójimo en estos tiempos de infortunio.

Regalos para los niños. Vanesa tiene una papelería en la calle Rosalía de Castro y pasa las horas del día haciendo paquetes para niños de familias con escasos recursos. Les metes lápices, pinturas, afiladores, recortables y juegos para colorear. Ha entregado decenas de ellos en la parroquia del Sagrado Corazón, que los mandó al Hogar San José, así como al Concello. «Los niños son mi debilidad. Muchos están en familias desestructuradas y no me imagino lo que deben estar pasando. Así por lo menos se entretienen un poco», afirma esta empresaria.

Donaciones de alimentos. Muchas personas como Carmen entregan bolsas con alimentos en la parroquia. «Siempre tenemos que ser solidarios, pero ahora más todavía», afirma después de dejar varios productos no perecederos en el templo de la calle Rosalía de Castro. Estos alimentos van a parar a los comedores sociales, que preparan la comida para los usuarios y las reciben en sus casas gracias a que el Ayuntamiento las reparte en diez furgonetas.

Café y chocolate para la policía. Jorge Sánchez y Gerardo Pedreira son dos amigos que decidieron apoyar a las fuerzas de seguridad ofreciéndoles café y chocolate para sobrellevar mejor las largas jornadas de controles en la calle. «Están haciendo una labor enorme intentando que todo el mundo se quede en casa. Cargamos unos termos, cogimos el coche y fuimos a buscarlos. No cuesta arrimar un poco el hombro», afirma Jorge. «Al principio creían que los estábamos vacilando, pero nos lo agradecieron bastante», añade.

Apoyo en las comunidades. Numerosas comunidades de vecinos también se están organizando para prestarse apoyo mutuo. La de Boavista, situada entre las calles García Barbón, Isaac Peral y Canadelo, con 252 propietarios, han creado un grupo de voluntarios para ayudar a las personas que lo necesiten. Aquellos vecinos que no puedan salir de sus casas, pero necesiten ir a la farmacia, al súper, pasear al perro, que les cuiden a los niños durante unas horas o cualquier otra tarea pueden ponerse en contacto con los coordinadores para recibir su ayuda solidaria.

Pisos para sanitarios. La agencia EmergyHome promueve la cesión gratuita de domicilios para que los sanitarios que están en primera línea contra el coronavirus puedan tener un sitio donde permanecer durante la crisis sin que sus familiares corran el peligro de contagiarse. Apelan a la solidaridad de los dueños de pisos vacíos y buscan, sobre todo, viviendas en el centro de Vigo que se encuentren cerca de los hospitales.