Aprendiendo a vivir con el alzhéimer

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Cedida

Povisa crea con Afaga una escuela para cuidadores de enfermos y pone un teléfono para que las familias puedan consultar dudas con las enfermeras cualquier día

21 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Hospital Povisa está reclutando personas para que empiece a funcionar su nueva escuela de cuidadores de personas con alzhéimer, una enfermedad cuyo día mundial se celebra hoy. Es un proyecto que acaba de iniciar junto con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras Demencias de Galicia (Afaga). «Cuando diagnostiquemos un caso, propondremos al familiar participar en cursos de formación sobre cómo dar de comer al paciente, cómo manejarlo si está irritable y otros aspectos sociales. Lo social es fundamental», aclara el jefe de servicio de neurología del hospital privado, que atiende a 135.000 personas para la sanidad pública, José Ramón Lorenzo.

De entrada, esa escuela se la van a ofrecer a las familias de las personas que diagnostiquen a partir de ahora. Solo esta semana, ya han detectado cinco casos de la enfermedad que supone la primera causa de demencia, así que no les van a faltar casos. Cuando hayan reunido a 20 o 30 familiares se ofrecerá el primer curso. «Hay que tener en cuenta que las necesidades del manejo del paciente son diferentes al principio que en un grado medio o avanzado dela enfermedad», dice Lorenzo. Idealmente, los cursos comenzarán dos meses después del diagnóstico.

La formación de los cuidadores es fundamental. La persona con alzhéimer se va volviendo cada vez más dependiente. Suele necesitar de un familiar que lo acompañe. Es habitual que el problema pase de encontrarse en la propia enfermedad a hallarse en los trastornos de la conducta y el comportamiento: las ideas delirantes, el sueño o la tendencia a acumular objetos, entre otros, según explica el neurólogo.

La idea de crear una escuela de cuidadores forma parte del programa Acompaña, que Povisa y Afaga presentaron ayer para su personal. La segunda pata del programa es más puramente sanitaria. El hospital incorpora a dos enfermeras gestoras de casos. Son una figura de enlace entre el neurólogo y la familia, que acompañan al paciente y los suyos en todo su proceso.

Por una parte, las familias tendrán un número de teléfono para llamar de lunes a viernes cuando necesiten consultar una duda o no sepan cómo manejar alguna situación. Ha empezado a funcionar de 8.00 a 16.00 horas, pero la previsión es ir ampliando el horario.

Además, el sistema informático del hospital está adaptándose a estos pacientes. «Son personas para las que el entorno hospitalario es algo muy agresivo», explica el jefe de neurología. Cuando un enfermo acuda al hospital a urgencias, a someterse a una prueba o para ser ingresado, al médico o a la enfermera que lo atienda le saltará una alerta que le avise de que es un paciente con alzhéimer. A las gestoras de casos les saltará también una alerta que les indicará que alguno de sus pacientes está en el hospital.

Un botón en las pantallas

Cuando un enfermo está hospitalizado, es habitual que un familiar permanezca con él. En cada cama de Povisa hay una pantalla. «Se va a poner un botón para que cuando el familiar tenga que salir, las enfermeras lo sepan y estén pendientes del paciente», explica José Ramón Lorenzo.

No solo es una cuestión de comodidad. «Todo esto es menos medicación y menos estancia en el hospital, y eso significa mayor bienestar y una mejor evolución», dice el neurólogo.