«Estamos bastante agobiados»

X. R. C. VIGO / LA VOZ

VIGO

Xoán Carlos Gil

Correr en Castrelos, saltar escaleras en la calle o desplazarse a entrenar fuera, recursos de los atletas vigueses por el cierre de una pistas cuya obra no comenzó

08 feb 2019 . Actualizado a las 09:39 h.

Los atletas vigueses ya viven en sus carnes el cierre de las pistas de Balaídos, aunque han pasado dos días y las obras de pintado anunciadas que eran el motivo de la clausura todavía no han comenzad. Lanzadores, velocistas, saltadores y demás tropa, casi todos inmersos en la puesta a punto de los campeonatos de España que proliferan en este mes de febrero, han tenido que buscar exilio. Algunos en Castrelos, en donde pueden correr y poco más, y otros se han marchado a Cangas, Pontevedra e incluso Portugal. En todos los casos asumiendo que sus marcas se verán afectadas.

Los lanzadores vigueses, de los más laureados a nivel estatal, han tenido que cambiar la jaula y los ensayos por la carrera. «Es muy complicado, necesitamos poder lanzar y ahora mismo vamos a Castrelos a hacer saltos o correr. Estamos bastante agobiados», comenta Irene Gómez, la gran promesa del martillo gallego que en un par de semanas tendrá en el nacional en Castellón. En su caso, su centro de estudio le brinda el gimnasio para paliar en lo posible la situación.

«Cando unha persoa leva un par de días sen lanzar perde moito, logo custa coller a técnica e non vas estar ao 100 %», dice Eric Gómez, compañero del grupo de entrenamiento de Irene. La solución que tiene el grupo es lanzar en Cangas el martes y el jueves de la próxima semana, lo que significa que estarán una semana sin lanzar.

Andrea Pais afronta este fin de semana el nacional sub-23 en Salamanca en la prueba de 200 metros. A falta de pistas y ante la imposibilidad de desplazarse por tema de estudios la velocista estuvo por «Baiona rodando un poco y saltando escaleras que te vas encontrando por la calle y después en casa haciendo ejercicios de fuerza improvisados», asumiendo que su rendimiento en el campeonato se verá afectado: «Esto provoca una inseguridad, tengo la idea de que no voy 100 % entrenada».

Pedro Juncal, que está en la misma situación y corre la misma prueba en el estatal, también tiene claro el hándicap: «Creo que sempre afecta porque de estar facendo algo con cravos a adestrar en Castrelos hai diferenza, máis en velocidade. Esta semana tiña previsto facer bastantes saídas de tacos e non puiden». Juncal aprovechó su perfil de universitario para entrenar un día en el Campus, ayer rodó y el resto de la semana le tocó descansar. En su caso, con respecto al pintado, puntualiza que «era necesario reformar e homologar a pista sobre todo de cara ao aire libre, non me parece mal».

Olaia Becerril, saltadora de longitud con mínima para el nacional absoluto pese a tener solo 17 años y que está a punto de ser convocada para un encuentro internacional en Ucrania, no sabía ayer en dónde entrenará hoy: «El viernes no tengo dónde entrenar, tendré que irme a Santiago, Pontevedra o Cangas». Su entrenador, Javier Salgado, se desplazó el martes a O Morrazo con sus tres atletas que tienen competición el fin de semana y el resto tuvo que quedarse en Castrelos «facendo algo que non vale para nada. Resulta que dixeron que o martes pechaban para empezar a obra e tampouco o fixeron e nós non podemos adestrar nelas, é unha situación do máis rocambolesca».

Todos critican que por encima de todas las incomodidades no hayan comenzado las obras. «Me parece una vergüenza, dejan a todos los atletas sin la posibilidad de entrenar en las únicas pistas que tiene Vigo por lo menos trabajar en ella para hacer las obras», comentó Andrea Pais haciendo extensivo el enfado general. Becerril se pregunta por qué no ha comenzado el pintado pese al buen tiempo, que era el argumento utilizado hasta el momento para no finalizar una obra que lleva parada desde noviembre y que se ejecuta en el cénit competitivo invernal.