El Marco retoma su actividad educativa con la puesta en marcha de talleres de verano para niños
17 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta el 31 de julio: Martes, miércoles, jueves y viernes de 12.00 a 14.00 (excepto miércoles 25 julio) • Entrada libre • La imaginación y la creatividad tienen un lugar reservado en la cabeza de los más pequeños. En los adultos sobrevive, pero aletargada sobre capas de preocupaciones, convencionalismos y normas. Nada más entrar en la exposición «Julio Verne. Los límites de la imaginación» del Marco, hay un olor a escapar de lo habitual. Solo con ver sus diferentes estaciones el sentimiento es de experimentación.
Siguiendo este espíritu, durante este mes de julio se han organizado una serie de talleres infantiles en relación con la exposición. Los niños pueden ir solos o acompañados de un adulto. El horario es de martes a viernes de 12.00 a 14.00 y la entrada es libre y gratuita hasta completar un aforo de cuarenta participantes. Existe la posibilidad de reserva anticipada para grupos. La actividad comenzó el 3 de julio y durará hasta final de mes.
Los talleres están distribuidos en un total de 14 sesiones y están adaptados en un rango de edad de entre 3 y 8 años. El objetivo del taller es «adaptar el universo creativo de Verne para los niños», como explica Marta Viana, responsable educativa del Marco.
Todas las actividades de los talleres se basan en una obra de la exposición que es enseñada a los niños previamente. Entre ellas, se pueden encontrar realización de mapas del tesoro, un cuaderno de animales disparatados, criptogramas, globos aerostáticos o teatro de sombras. Todas las actividades diseñadas fomentan la imaginación de los niños. Al respecto, María Xosé Martínez, una de las monitoras afirma: «Estamos nun museo de arte contemporáneo e aquí a imaxinación non ten límites. Todo o que deseñamos o facemos para xogar con ela».
«Hai moitos nenos que veñen varias veces, están encantados coa experiencia», continúa Martínez. Para fomentar que los asistentes vuelvan, se les entrega a cada uno un «cuaderno de bitácora», una libreta donde pueden ir apuntando todas las cosas que van haciendo en los talleres.
En un mundo donde la Educación está totalmente llevada sobre raíles, donde se nos educa para no salirnos de la norma y no ser extravagantes. Donde los adultos nos refugiamos entre los grises, los niños lo llenan todo de colores. Y eso es de las mejores cosas que todavía existen.