Un boxeador en la botica

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Alberto Loureiro, a sus 18 años, cuenta con un currículo lleno de títulos a la vez que cursa un ciclo de Farmacia

31 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Loureiro consume las horas del día entre sus clases de farmacia y el ring. Cuando le tocó elegir hacia qué profesión encaminar sus pasos, decidió que cursar un ciclo de farmacia era la mejor opción. Le atraía, pero sobre todo, pensando en el futuro, era el camino ideal para poder dedicar horas a su pasión: el boxeo.

«Realmente escollín o ciclo polo deporte. Quería estudar algo que o día de mañá me permita adestrar e non me faga chegar canso aos adestramentos. Ademais, sempre me gustou a ciencia», cuenta el campeón. Porque a sus 18 años, Alberto es un ganador nato. No lo dice él, lo dice la lista interminable de títulos que tiene sin haber cumplido tan siquiera las dos décadas. Campeón gallego de boxeo júnior y absoluto, campeón gallego absoluto de kick boxing, campeón de España absoluto de kick boxing, bronce europeo de la disciplina, campeón gallego de boxeo francés -logrado hace solo unos días- y full contac, bronce español júnior de boxeo... y así, hasta una decena de medallas que le sitúan como uno de los nombres de futuro -y presente- del boxeo y el kick boxing gallego.

El crecimiento de Alberto sobre el ring ha sido meteórico. De pequeño le gustaban las artes marciales y un buen día decidió apuntarse a un gimnasio para probar hacia dónde conducía su pasión. «Comecei no kick boxing aos quince anos, e aos 16 o meu adestrador propúxome debutar en boxeo». Su primer combate lo recuerda como si fuese ayer. «Era un combate de rodaxe, unha velada. Teño sobre todo o recordo da adrenalina. Estaba a punto de descubrir algo novo, pero a pesar da novidade estaba bastante tranquilo. Gañei e quedáronme ganas de máis».

La serenidad que recuerda de aquel estreno le sigue acompañando a día de hoy y es lo que le distingue de muchos otros boxeadores. «Non é habitual estar tranquilo no teu primeiro combate, e, de feito, moitos boxeadores seguen poñéndose un pouco nerviosos antes de saír ao ring a pesar de levar moitas veladas enriba».

El sueño de ser profesional

Tener un currículo como el de Alberto Loureiro recién cumplida la mayoría de edad no es habitual. Aunque le da cierto pudor, reconoce que los entendidos «apostan por min. Din que teño un gran futuro por diante porque non é habitual que un rapaz de 18 anos teña este palmarés e, sobre todo, tantas gañas de adestrar». Porque eso es lo que distingue al vigués. Su disposición a quemar horas y horas entrenando para ser cada día mejor.

Cuando se aproxima un campeonato, no duda en dedicarle tres horas al día, de lunes a domingo, a sus entrenos. Considera que la exigencia es lo que le hace mejorar y admite que su sueño sería convertir su pasión en oficio. «Gustaríame poder adicarme a isto, pero non é sinxelo en ningunha das disciplinas. Aquí en España é complicado, hai público, pero non move as cantidades doutros deportes nin as televisións apostan moito».

En más de una ocasión se le ha pasado por la cabeza salir al extranjero, pero tiene claro que «primeiro hai que medrar en España, ter un bo palmarés» que le abra las puertas de Estados Unidos, la meca del boxeo. Y sino, siempre le quedará la farmacia.

Varias disciplinas

Sobre el ring, pocas disciplinas tienen secretos para Alberto. Practica boxeo, kick boxing, full contact, boxeo francés y K1. «De momento son capaz de compaxinalos todos e todos me gustan. Supoño que se tivera que elixir un, quedaríame co kick boxing», la disciplina con la que comenzó y que le abrió las puertas de un mundo que le entusiasma.

«Os deportes de contacto teñen mala prensa, e ao principio na miña familia tampouco vían con moi bos ollos que o practicase, pero déronse conta de que o boxeo é un deporte moi noble» en el que Alberto se mueve como pez en el agua.

La serenidad ante los combates y la disposición a entrenar distinguen al púgil vigués