Los dos ganaron con claridad en una cita concurrida, con muchos participantes y mucho público
09 nov 2015 . Actualizado a las 13:32 h.La edición del 2015 de la Vigo +11 huele a recuperación y a doblete. Recuperación por conseguir teñir el centro de la ciudad de Vigo del colorido de una serpiente con más de mil camisetas a bordo y a doblete porque tanto Solange Pereira como Manuel Hurtado ya habían inscrito su nombre previamente en la clásica viguesa. La cita recibió un empujón añadido con la implantación de carreras para categorías menores como preámbulo que se convirtió en un reclamo y en un éxito.
En la categoría reina ganaron los favoritos, pero hubo batalla. El cuadro femenino fue un mano a mano entre la canguesa Solange Pereira y la viguesa Sandra Mosquera. A la campeona de España de 1.500 la Vigo +11 la coge en plena pretemporada y devorando kilómetros para llegar a febrero como una moto para revalidar su título de campeona de la distancia bajo techo y buscar la mínima para el mundial. Sandra está de vuelta y afinando día a día. Las dos alternaron las pautas y los ritmos en un duelo que se rompió a la altura del Berbés. «Íbamos tanteándonos las dos y en la recta del Berbés le saqué unos metros y fue lo que me ayudó para llegar, porque en las cuestas noté la falta de fuerzas y Vigo tiene unas cuestas muy bonitas», comentó con ironía la ganadora. Al final, le sacó apenas diez segundos en un triunfo muy trabajado. «He aguantando hasta el final con Sandra Mosquera muy pegada a mí y la verdad es que me ha costado mucho. Ha sido una rival muy dura». Por detrás de las dos, a más de un minuto, llegó María Jesús Gestido, la que en su día fuera campeona de España de maratón.
El triunfo de Manuel Hurtado fue más claro y a diferencia de Solange no se fundamentó en una recta, sino en un cambio de ritmo en la empinada calle Coruña. Para el lucense era el segundo año que disputaba la prueba y ya tenía referencias para elegir el sitio ideal para atacar y dejar atrás a Akka Essaadaoui, Daniel Bargiela y Robertas Geralavicius, que hasta mitad de carrera marcharon en un grupo compacto. «Este año ya conocía un poco más el recorrido y ataqué un poco antes. Ataqué subiendo, llegué arriba solo, me animé a tirar un poco más y bajando ya me dejé ir y entré primero bien».
Para el lucense era su debut con los colores de la Gimnástica de Pontevedra después de un lustro en un New Balance que ahora tiene miras mayores en el mundo del atletismo a nivel de clubes. El lucense, que piensa en el campeonato de España de maratón del próximo mes de febrero, llegó con mucha ventaja con respecto a Akka, el que más aguantó entre el grupo perseguidor, mientras que Bargiela completó el podio.
A la línea de meta de la Praza de Compostela llegaron 1.103 atletas, lo que confirma el éxito de participación de una prueba que vivió una mañana intensa desde primera hora con las tres categorías de base. Uno de los pocos pero fue la falta de agua para todos los participantes en uno de los puntos de avituallamiento. Un aspecto subsanable en una de las pruebas que siguen bajo el manto de la delegación viguesa de atletismo.