Despedido por visitar en el trabajo la web de Arguiñano

E.v.pITA VIGO / LA VOZ

VIGO

La empresa, ubicada en Vigo, instaló un programa espía en el pecé del empleado

10 dic 2014 . Actualizado a las 09:23 h.

El juicio a una empresa familiar de piezas de automoción por el despido improcedente de su contable por hacer un uso personal de Internet en su oficina quedó ayer visto para sentencia en el juzgado de lo social número 1 de Vigo. La firma alegó que un programa espía había encontrado en el ordenador de su trabajador un historial de visitas a webs durante dos meses como, por ejemplo, a una páginas de recetas de tartas de fresa del cocinero Arguiñano durante su jornada de tarde. El administrativo, de mediana edad, llevaba 9 años contratado en la empresa, en la que no suele haber despidos. Fue echado a la calle fulminantemente después de que un informático recopilase las webs que visitaba gracias a un programa espía.

La empresa alega que el trabajador se aprovechaba su situación porque estaba aislado dentro de un despacho con la pantalla del ordenador mirando a la pared. La gerencia insiste en que se le prohibió tajantemente a los empleados de la oficina que no usasen los medios de la empresa para fines personales y recibió numerosas advertencias desde febrero. La única forma de controlarlo era mediante la motorización de su ordenador, algo de lo que fue avisado y, por tanto, no debería tener expectativas de intimidad durante su navegación por las webs porque la prohibición absoluta llevaba implícito el control empresarial.

La contratante fundamentó su carta de despido disciplinario en que el trabajador dedicó casi toda su jornada laboral a navegar por Internet entre abril y junio y su rendimiento decayó. Para probarlo, un técnico informático instaló un programa espía dentro del ordenador del empleado sospechoso cuando él no estaba y en presencia de un comercial que era el delegado sindical de la firma, quien también vio cómo se extraían los datos de la computadora. «Al compañero no se le comentó nada de que le iban a poner un programa espía y, en realidad, si no había hecho nada malo, nada tenía que temer», dijo un testigo.

El abogado del despedido, que interpuso una demanda por despido improcedente, replicó que la empresa no justificó documentalmente ni probó a qué horas él navegaba por Internet para visitar webs que no estuviesen relacionadas con su trabajo. Añadió que el ordenador era usado por más gente y también después de terminar la jornada laboral.

El contable relató que su ordenador no tenía contraseña y negó haber instalado cinco programas de antivirus sino que lo hizo una empresa externa. Además, también negó estar todo el rato navegando ni que se le hubiese prohibido estar en la Red.

«Sentí incredulidad, no me lo creía al ver la carta de despido», dijo el empleado.

Añadió que un compañero navegaba en páginas de coches y que una mañana halló encendido su ordenador con páginas de «distintas materias».

Una compañera, sobrina del dueño, dijo que el despedido usaba él solo el ordenador, que solo cuenta con un antivirus, y que ambos fueron advertidos de que no podían usar Internet para fines personales.

Protegido con 5 antivirus

El perito informático que instaló el programa espía durante la ausencia del empleado contó al juez que tuvo que desbloquearlo varias veces porque el ordenador del empleado tenía descargados cinco antivirus que lo deshabilitaban. «Él tenía muchos antivirus que bloqueaban mi programa espía, no era un comportamiento normal», explicó el informático. Aún así, sacó 3.000 folios de información referentes a 22 días de trabajo a lo largo de dos meses y que entregó a la empresa en un cedé.

El abogado del contable cree que sufre indefensión porque la carta de despido dice que navegaba por Internet casi toda su jornada sin especificar horas ni días y tampoco podría alegar que determinado día estaba de vacaciones o enfermo.

El empleado quiere que se declare improcedente su despido.

El trabajador alega que otros compañeros veían páginas de coches en horario laboral