Antón Bouzas dimite y deja huérfano al colectivo Imán

a.martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Su jubilación y el cierre del programa Sereos influyeron en su decisión

01 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Antón Bouzas anunció ayer su decisión de dimitir como coordinador y portavoz del colectivo Imán. Un año después de haberse jubilado abandona el grupo de autoayuda para personas sin techo, que sufren adicciones o enfermos de sida. «Después de 24 años, necesito cambios de terreno o espacio donde seguir sembrando», aseguró ayer en una escueta nota de prensa en la que anunciaba su decisión.

Este educador social, que siempre enarboló la bandera en favor de los más desfavorecidos y los marginados, abandona sus responsabilidades dentro de esta agrupación, de la que continuará siendo socio. Piensa volver en el futuro, para echar una mano, una vez que termine el proceso de cambios, pero sin coordinar ni ser el portavoz.

Después de haber sido siempre su alma máter, el futuro del grupo Imán pasará ahora por un proceso de cambios. «Ya veremos en el futuro cómo van las cosas; tengo la esperanza de que siga funcionando sin mí, con otras personas que lo coordinen, a ver qué pasa», manifiesta.

Antón Bouzas se marcha porque siente la necesidad de emprender nuevos proyectos en otras áreas. Sus miras están puestas ahora en Comisiones Obreras, sindicato al que pertenece desde la disidencia, así como en el colegio de educadores sociales de Galicia. Madura la posibilidad de aportar su experiencia como educador para emprender iniciativas socioeducativas

Cierre de Sereos

Antón Bouzas presenta su renuncia después de uno de los años más duros para el colectivo Imán. El cierre del programa Sereos después de 16 años en funcionamiento fue un duro golpe para los beneficiarios del grupo. «Fuimos tratados de forma incorrecta por el Ayuntamiento y tuvimos que radicalizarnos en nuestras demandas para conseguir que se entendiera y que no había derecho». Reconoce que la pérdida de estos locales ha influido en su decisión. «No es lo mismo trabajar bajo el paraguas de una institución pública, que empezar de nuevo sin local, sin medios ni respaldo», afirma.

Su retirada de la vida profesional como funcionario municipal también ha sido determinante para dejar el colectivo Imán. «Jubilarme cambió mi forma de vivir, te vas quedando sin instrumentos y sin espacio, no sé si es por la edad, por temas personales o anímicos, pero llega un momento en el que te cuesta más volver a empezar de cero», manifestó ayer.

A la hora de hacer un balance sobre los últimos 24 años al frente del grupo Imán, afirma que la realidad a la que se enfrentan los drogodependientes o enfermos de sida es muy diferente a la de 1984. «Aquellas reuniones eran una preparación para la muerte y el duelo, porque había un alto índice de mortandad, la sociedad ha cambiado y mejorado muchísimo respecto a los problemas que había en 1984», afirma.

Antón Bouzas formalizó su renuncia el jueves de la semana pasada. Que no renuncia a continuar luchando en favor de los derechos sociales lo muestra el hecho de que el pasado jueves volvió a ponerse detrás de una pancarta en el Castro durante una manifestación convocada por la plataforma de colectivos sociales con el lema «Pan, techo y trabajo».

Bouzas se despidió del grupo Imán agradeciendo el apoyo que le brindaron los medios de comunicación durante toda su trayectoria.

Jubilado como educador social en el Concello de Vigo