El fuego llama a la puerta

Antón Lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Imagen dantesca de un incendio forestal ocurrido el año pasado en el municipio de A Guarda
Imagen dantesca de un incendio forestal ocurrido el año pasado en el municipio de A Guarda .< / span>

Los incendios deberían considerarse crímenes contra la humanidad debido a sus graves consecuencias: ecónómicas, ambientales y también humanas

30 jun 2013 . Actualizado a las 21:27 h.

chequeo al medio ambiente la plaga de todos los veranos

Disculpen el prólogo personal. Hace muchos años viví mi primer incendio. Como todos los veranos estaba en Covelo y recuerdo que las campanas de las iglesias empezaron a sonar con un ritmo urgente. Lo siguiente fue ver a todo el pueblo de Valdomar cortando ramas de xestas y corriendo al monte para apagar el fuego (a los niños solo nos dejaron ver a prudente distancia). Mi último incendio fue el verano pasado, casi en la misma zona, pero algo importante había cambiado: ni doblaron las campanas ni nadie, absolutamente nadie, movió un dedo para acudir al incendio (y al firmante, que ya no era un niño, la Guardia Civil le prohibió acercarse al fuego armado con mi rama de xesta). En estas décadas había germinado y crecido la indiferencia y el sentimiento de fatalista normalidad ante los incendios.

Ponteareas inauguró el miércoles la temporada de verano de incendios en nuestra comarca, al menos inauguración a lo grande. De forma más discreta llevan ardiendo una semana docenas de fuegos en nuestro entorno, aunque se trate de superficies inferiores a una hectárea y que por lo tanto no llegan a la categoría estadística de incendio.

Con la temporada recién estrenada todavía es pronto para saber si tendremos un año bueno o malo, aunque debemos relativizar los términos, porque un año bueno es aquel en el que solo se producen unos 4.000 incendios en Galicia. Si este verano se mantiene la media de las últimas décadas, solamente en el tiempo que se tarda en leer esta página arderán en Galicia más de 4.500 árboles. Las previsiones son preocupantes, porque la primavera lluviosa propició que el nivel de biomasa en los montes sea enorme y esa misma vegetación, con calor y viento, se convierte en un combustible potencial.

Consecuencias

Perdemos mucho en un incendio. Espacios enteros e incalculables especies, tierra fértil, recursos forestales, aire y agua y ganamos cosas desagradables como erosión, desertización, contaminación atmosférica (anualmente 1.350.000 toneladas de C02 y contaminación de ríos y acuíferos, pero también perdemos mucho dinero (unos 100 millones en el plan de la Xunta y el doble en pérdidas derivadas del fuego) y sobre todo vidas humanas. Objetivamente un incendio debería considerarse un crimen contra la humanidad.

En breve comenzarán también las declaraciones incendiarias, el gobierno de turno pidiendo que no se use el fuego como arma política y la oposición usándolo (y ambos olvidando que hicieron lo mismo cuando sus papeles se intercambiaron). Hablaremos de terrorismo incendiario, plagas de incendios, medios suficientes o falta de medios, coordinación y descoordinación, cooperación de las fuerzas de seguridad, tolerancia cero, etcétera. No hace falta ser adivino, simplemente revisando las hemerotecas de las últimas décadas comprobaremos que siempre se repite el mismo discurso.

Vigo pertenece al XVIII distrito forestal, que abarca las comarcas de Vigo y O Baixo Miño. Curiosamente, junto con el vecino distrito XVII (O Condado y A Paradanta) ocupan el mismo territorio que esta edición de La Voz. Son 26 concellos con características muy diferentes en cuanto al fuego. Algunos, como Tui y Tomiño, en los que el fuego es poco frecuente, y otros, como Ponteareas y A Cañiza, en los que sistemáticamente se alcanzan las mayores cifras de Galicia.

Quizás deberíamos preguntarnos que sucede en estos concellos que año tras año arden intensamente. Sabemos que las causas de incendios pueden ser accidentales, las menos, bastantes negligencias y fundamentalmente actos deliberados. Detrás de un incendiario existe una motivación, tan diversa como incendios se producen, pero si no apagamos previamente esos motivos difícilmente conseguiremos apagar los fuegos.

De todas formas, recuerden que en los dos distritos forestales de nuestro entorno llevamos toda la semana, y especialmente hoy, con un riesgo potencial de incendios entre muy alto y extremo. Extrememos también la precaución para evitar al menos ese porcentaje de incendios de origen accidental.