Vigo, «Homeland»

VIGO

16 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ver de un tirón Homeland y comprender que, efectivamente, el enemigo está en casa es todo uno. La muy recomendable serie de televisión norteamericana cuenta la historia de una agente de la CIA que investiga a un marine estadounidense de vuelta en el país tras ocho años como prisionero de Al Qaeda. La chica está convencida de que el militar, recibido como un héroe y a punto de iniciar una meteórica carrera política, se ha pasado al enemigo y representa una seria amenaza para la seguridad nacional. A riesgo de cometer un espóiler (simpático neologismo de moda entre los frikis adictos a las tramas de ficción que significa estropearle a otros el disfrute de la obra haciendo revelaciones previas), solo diré que todos los personajes que se relacionan con la espía y saben de su obsesión la toman por una chalada. Es lo que tiene cuestionarse las mayores evidencias.

Pensé en ello bajo los efectos de la primera temporada de Homeland y me transporté a mi propia tierra natal. En un aparente arrebato de locura me dio por imaginar que la rebaja del peaje entre Vigo y Pontevedra, tal y como se ha aprobado, es en realidad un castigo para la gran mayoría de los usuarios de la AP-9 que viven en esa misma zona. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que a cuenta de esta medida de gracia que disfrutarán no muchos (el descuento solo vale para los vehículos ligeros que hagan el viaje de vuelta en el mismo día) se van a subir las tarifas en toda la autopista gallega y donde más caja hace la concesionaria, precisamente, es en los tramos del sur. Y, en un preocupante síntoma de lo que podría considerarse bipolaridad, vi a la ministra Ana Pastor y al alcalde Abel Caballero convertidos en auténticos enemigos de los intereses locales. A ella, por promover el timo; a él, por aplaudir con las orejas.

diego.perez@lavoz.es