Adrián es libre para irse a cualquier equipo. Así lo decidió ayer el árbitro de su caso, justo un día antes de la fecha para la que lo había citado el Deportivo, cita a la que ya tenía pensado no acudir. El delantero, Balón y Bota de Oro en el último Europeo sub-21, fichará por el Atlético de Madrid, que podría presentarlo hoy mismo: «Ya podemos formalizar un contrato, y lo haremos con el Atlético», aseguró el agente del futbolista, Eugenio Botas. Según fuentes de la AFE, el laudo no es recurrible, aunque el jefe de prensa del Deportivo señaló ayer que «el fallo está siendo estudiado por la asesoría jurídica; por esta vía pensamos que no es recurrible, pero puede haber otras vías». «Ya sabemos que lo más le gustan al Deportivo son los juzgados», reflexionó Botas.
El catedrático de Derecho Laboral Miguel Cardenal Carro, como árbitro designado por las dos partes del conflicto -de un lado la Liga y de otro la Asociación de Futbolistas Españoles- dictó ayer el siguiente laudo vinculante: «De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5.3 del Convenio Colectivo para la actividad del Fútbol Profesional del 2008, carece de eficacia la pretensión de incluir en la lista de compensación a un futbolista cuyo contrato haya finalizado el 30 de junio del 2011».
El caso se inició el pasado 25 de mayo, cuando el club coruñés renovó de forma unilateral el contrato del delantero. Basó su postura en el artículo 18 del convenio, titulado «Compensación por preparación o formación». El delantero fue incluido en la llamada lista de compensación con un precio de 5 millones de euros. El Deportivo defiende que esta es la cantidad que tiene que pagarle el club que quiera fichar a Adrián.
El citado convenio expiró el pasado 31 de mayo, y la cuestión básica era si estaba en vigor. La AFE y el jugador entendían que no, puesto que caducó y no ha sido renovado. El Deportivo y la LFP argumentaban que «está denunciado para que carezca de validez el año siguiente, pero no afecta al año actual». El conflicto se trató en la comisión paritaria AFE-LFP, donde no hubo acuerdo y se nombró a Cardenal como árbitro para que resolviese el caso.
Los asesores de Adrián habían advertido que el jugador no estaría hoy en A Coruña. Su idea consistía en irse una temporada al extranjero; es decir, hacer lo mismo que el pasado año Piscu, también representado por Botas. Pero el plan b pasó a ser otro el pasado 30 de junio. Ese día, el jugador presentó una reclamación por impago ante la AFE. Para ejercer la renovación unilateral, el club tiene que estar al día con el futbolista a 30 de junio, según el punto 5 del artículo 18, y los asesores de Adrián sostienen que no lo estaba. Si Cardenal hubiese sentenciado que el convenio estaba en vigor, habrían alegado que el delantero no podía ser renovado al haber incumplido el club el convenio, pues le adeudaba dinero a 30 de junio.