«Los próximos números del manga ?Naruto? pueden sufrir retrasos por la catástrofe»

Xulio Vázquez VIGO / LA VOZ

VIGO

24 mar 2011 . Actualizado a las 12:24 h.

El eurodiputado Jaime Mayor Oreja será el encargado de leer el 51 pregón de la Semana Santa Zamorana el próximo 1 de abril en el auditorio del Centro Social Novacaixagalicia.

El acto está organizado por la Casa de Zamora en Vigo y participarán autoridades de la ciudad castellano-leonesa. Jaime Mayor Oreja fue ministro del Interior entre los años 1996 y 2001.

El cómic ya se convirtió en algunos países en un fenómeno cultural. Tal es el caso de Japón, donde se utiliza para diversos fines recreativos y educativos, incluidas campañas publicitarias del Gobierno para prevenir el consumo de drogas. A David Matilde Vaqueiro (32 años) le marcaron tanto los tebeos de pequeño que ahora regenta una tienda dedicada a estas historietas, y a juegos de mesa. Se llama Mazinger (Zamora, 65).

-¿Recuerda alguno?

-Sí. Uno de los primeros fue la antigua revista Cimoc, que tenía capítulos del mundo del cómic.

-¿Cómo los definiría?

-Como un arte secuencial.

-¿De cuántos dispone?

-De 2.000 títulos diferentes.

-¿El ránking de ventas?

-Naruto, Bleach, One Piece, Los muertos vivientes, Bakuman, The Sandman y Nana.

-¿La tendencia?

-Desde que llegó el manga japonés sigue arrasando, sobre todo entre los jóvenes. Representa el 80% en nuestras ventas. Acertaron al sacar una línea de historietas para chicas adolescentes, que escaseaba.

-¿Qué tienen de especial?

-Son muy visuales, con poco texto y saben enganchar muy bien al lector, como si fuesen telenovelas. Al final del cómic, sueltan una perlita para que te animes a comprar el siguiente. Lo cierto es que han superado a los superhéroes.

-¿La catástrofe que sufrió Japón puede trascender al cómic?

-El manga Naruto va por el número 50. Es bimestral, pero los próximos pueden retrasarse, al igual que otras colecciones. También es posible que plasmen esos desastres en los mangas para adultos, pues algunos se inspiraron en las bombas de Hiroshima y Nagasaki.