«Siempre hay vuelos privados para que Walcott pueda venir a última hora». Guardiola hizo lo de siempre: regatear la polémica. Se enteró de que Wenger llegaba a Barcelona con Van Persie metido en el avión y resolvió con sonrisas y elogios las preguntas sobre la nueva triquiñuela del francés.
Si en la ida Nasri figuró en el once inicial después de que su técnico descartara públicamente al futbolista por lesión, esta noche en el Camp Nou (20.45 horas, La Primera) será el ariete holandés del Arsenal el que esté a disposición de un entrenador que hace una semana lo dio por perdido. Tras invitar a la especulación con Cesc, Wilshere y Song (que finalmente no entró en la convocatoria), Wenger solo suma a la ausencia del camerunés la de un Walcott temible a la contra. Salvo ese vuelo sorpresa al que Guardiola apuntaba con ironía.
El de Sampedor tiene sin embargo algunas preocupaciones más de las que arrastra su colega. Sus dos centrales preferidos verán el choque desde la grada y el Barça se tendrá que apañar con Busquets o Milito para acompañar a Abidal. La baja forma (y nula velocidad) del argentino convierten en favorito para el puesto al hijo del portero.
Una zaga de emergencia para respaldar la forzosa búsqueda del gol culé. Un ejercicio en el que Pedro, Messi y Villa podrían encontrar la complicidad de una portería con el perenne cartel de «se traspasa», como buen marco inglés. La última cantada de Szczesny le costó a los gunners el título de la Carling. Tampoco ayuda al Arsenal la inconsistencia de una zaga que añora a Vermaelen.
El resto (lateral zurdo incluido), son puntos fuertes en los de Londres. Especialmente, un exquisito centro del campo con el reverenciado Cesc de regreso a casa. El ex de la Masía lleva dos semanas tocado y Wenger temió por su ausencia. O no. La especulación ya es parte del juego.
Alineaciones probables:
Barça: Valdés, Alves, Busquets, Abidal, Maxwell, Xavi, Mascherano, Iniesta, Pedro, Messi y David Villa.
Arsenal: Szczesny, Sagna, Koscielny, Djourou, Clichy, Diaby, Wilshere, Nasri, Cesc, Arshavin y Van Persie.