Siniestro Total

VIGO

25 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Vigo es una nación y el Celta, su selección». La frase es de Julián Hernández, líder de Siniestro Total e ideólogo del viguismo. Temas como Rock en Samil, Matar hippies en las Cíes, Hey, hey, Vigo o Fuimos un grupo vigués sonaron por todo el país promocionando nuestra ciudad. Así que ya estamos tardando en devolverles el cariño con un buen reconocimiento. Si la reina Isabel II convirtió a Mick Jagger en Caballero de la Orden del Mérito, con tratamiento de Sir, lo menos que puede hacer el Concello es conceder a Siniestro lo más parecido aquí a un título nobiliario: Un Viguesado Distinguido.

Cierto que somos aquí una nación modesta y damos títulos para pobretones. Más que el Reino de Inglaterra, somos la Freedonia que en Sopa de Ganso presidía Groucho Marx. Por eso los Viguesados Distinguidos vienen sin dotación económica ni regalía de ningún tipo. Es una medalla no pensionada, que tampoco da derecho a tierras. Si te hiciesen Conde de Navia o Marqués de Bouzas, la cosa tendría más interés. Pero no por ello vamos a despreciar el galardón. Y Siniestro Total se lo merece.

Nuestra banda más emblemática podría, además, animar la Fundación Vigueses Distinguidos, cuyas reuniones tienen pinta de resultar aburridísimas. Desde la Fundación para la Ley y el Orden, que presidía Devon Miles en la serie El Coche Fantástico, no se conocía una entidad que se dedique a hacer el bien con tanto misterio.

Para reforzar la candidatura, recordemos que Siniestro Total cumplirán el próximo 27 de diciembre 30 años de existencia desde su concierto fundacional en el cine Salesianos. Aquella noche, Antón Reixa los presentó así: «¡Hey!, directamente llegados de Irán: música celta, esquizorock..., ¡Siniestro Total!». Y, mientras Germán Coppini gritaba «¡Exterminio!», dejaron atónito al público con su inmortal Matar jipis en las Cíes! Un Viguesado Distinguido contribuiría también a dar protección a Julián Hernández y sus secuaces. Constituye un auténtico milagro que no haya sido dictada nunca una «fatua» contra ellos, tras insistir durante treinta años en cantar el tema Ayatolah, no me toques la pirola. Por mucho menos, Salman Rushdie no puede salir de casa sin careta.

Para terminar, un último dato: podría pensarse que, tras treinta años de carrera, Siniestro Total estén ultimados como grupo. Nada más lejos de la realidad. Ayer mismo fueron nominados candidatos a los Premios de la Música, que concede la Academia de las Artes y las Ciencias Musicales. No hay duda alguna: Para colmo, están hechos unos chavales.

eduardorolland@hotmail.com