Edición limitada, ilusión ilimitada

b.r.sotelino VIGO

VIGO

Dos amigas de la infancia ponen en marcha un proyecto especializado en obra gráfica

14 feb 2011 . Actualizado a las 13:01 h.

Los negocios cierran y el arte no está entre las necesidades básicas en tiempos de crisis, pero Pepa y Patricia han decidido navegar contracorriente y embarcarse en un proyecto que pasa por alto tendencias torrenciales, aunque sean perentorias.

Pepa acumula una larga experiencia como galerista, como directora de Bacelos, y Patricia atesora lo propio como experta en el sector comercial y en la dirección y gestión de equipos. Se conocen desde antes de saber qué les depararía la vida, desde que de pequeñas compartían veranos en la playa de Liméns, época feliz en la que la mayor preocupación del ser humano es que la arena no llegue a tu bocadillo o que una faneca no atraviese tu planta del pie.

Patricia dejó su empresa en el 2009 y se tomó un año sabático. Pepa tenía en mente abrir una nueva línea de negocio, independiente de la galería. «En ese año sabático ella me planteó la posibilidad de incorporarme al proyecto. Y me convenció. Fue muy insistente. Pepa es muy apasionada, transmite con mucha pasión todo lo que dice y transmite mucha confianza. Mi fuerte es la venta y nos pareció una buena combinación. Ella aporta la parte artística y yo mis conocimientos comerciales. El arte me interesaba como usuaria, pero no soy una entendida. Los años que llevo al lado de ella me han servido para adquirir conocimientos y una mirada crítica que me ayuda a profundizar un poco más», reconoce.

Así nació el año pasado Bacelos Ediciones, cuya principal actividad a desarrollar consiste en la edición y comercialización de obra gráfica (fotografía, serigrafía, grabados), objetos o libros de artistas en ediciones limitadas, seriados, numerados y firmados, enfocados a regalo corporativo o institucional, como alternativa al obsequio tradicional. Pero no se paran aquí. «Nuestro siguiente paso es incorporar objetos y muebles diseñados por artistas, también con edición limitada».

Bacelos Ediciones se apoya en la sólida colaboración que la galería tiene con artistas de prestigio y reconocimiento internacional. Tienen una página web que les sirve de escaparate y para empezar editaron obra de tres artistas muy significativos, todos ellos Premios Nacionales de fotografía: Chema Madoz, Manuel Vilariño y Joan Fontcuberta.

Lo que diferencia al producto que se vende en la galería está en los números, tanto en los que se hacen con la calculadora como los que dan cuenta de la singularidad de la pieza artística, que pasa de ser única a ser limitada, una distinción que se nota en el bolsillo y convierte lo inalcanzable en asequible. «Yo tengo muchos amigos que no se pueden gastar dos o tres mil euros en un cuadro, pero sí 200 o 300 en una foto o en un grabado», razona la galerista, que añade: «Estoy diciendo algo en contra de la galería, pero no creo que me haga la competencia a mí misma, son públicos diferentes. Es la realidad, el arte está muy caro». Su colega ofrece otro punto de vista: «También hay que verlo como un paso previo para iniciarse en el coleccionismo y adquirir cosas que te gustan, porque además, todo lo que editamos es de artistas reconocidos o emergentes, pero con una proyección importante», asegura.

Además de estar en Internet, su idea es abrir al público un espacio donde el público pueda ver lo que ofrecen. Probablemente lo harán en el almacén contiguo a la galería. Otro proyecto que aspiran a poner en marcha es la gestión, promoción y venta de escultura urbana, para exteriores, un jardín de una empresa o un particular. «Presentamos proyectos a empresas privadas, ayuntamientos y otras instituciones públicas, pero aún estamos empezando en ese terreno».

A Pepa y a Patricia les une la ilusión por la empresa que acaba de poner en marcha. Cada una tiene bien definido su papel para llevar adelante un proyecto que califican de ambicioso, pero no por afán de codicia, sino por las ganas de salir adelante. «Nos bullen las ideas», afirman.