El ave rapaz que no sabía volar

E.V.Pita VIGO/LA VOZ.

VIGO

Un peatón halla cerca de Castrelos y del vial a la Universidad un águila incapaz de planear y la entrega a la Policía Local

30 dic 2010 . Actualizado a las 11:48 h.

Un viandante que caminaba cerca de Castrelos y del vial de Clara Campoamor halló un ejemplar joven de un ave rapaz incapaz de volar y la entregó a la Policía Local de Vigo. Los agentes tenían previsto enviarla al centro de recuperación de aves de Cotorredondo. Al cierre de esta edición, los expertos no habían identificado científicamente al ave. Para unos, podría ser un águila culebrera y para otros, no es un águila porque, de lo contrario, tendría mayor tamaño.

La encargada de VigoVerde, una empresa de jardinería, en Ramiro Pascual, 14, relató cómo se produjo el hallazgo. Entorono a las 10.45 horas, un cliente y vecino del barrio descubrió al ave rapaz que vagabundeaba extraviada por la subida a la Universidad, a la altura de gasolinera. «La encontró en la calle, muy débil y no podía volar. La trajo a la tienda e, inmediatamente, llamamos a la policía», indicó la encargada de VigoVerde.

«Su instinto era atacar»

Esta añade que fue difícil tratar con el ave rapaz porque «no es mansa y su instinto era atacar con su pico». Se dieron cuenta de que el ejemplar era joven y no podía volar. «No le apreciamos ninguna herida ni lesión en las alas. Quizás no sepa volar, no tenemos ni idea de lo que le pasa», señaló la dueña del local. Esta duda que sea un águila porque, entonces, «sería más grande». En la zona no se han avistado más ejemplares de este tipo. Es la segunda vez que recuperan un ave. «Hace años nos trajeron un moucho (buho)», dijo.

Unos motoristas del 092 acudieron a recoger el pájaro y trasladaron a la jefatura de la Policía Local. El animal no puso objeciones a posar sobre la mano de un agente. La idea es trasladar al ejemplar a Cotorredondo, donde quedará bajo la observación de sus cuidadores.

La Policía Local ha participado en el rescate de diversos animales salvajes o exóticos que aparecen extraviados en la ciudad, desde jabalines a hurones o culebras de monte. Hace unos años, una pitón se escapó en los aseos de señoras de un pub.