Solveira, en la piel de Solveira

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

24 nov 2010 . Actualizado a las 14:23 h.

Cumplía ayer Pedro Solveira sus primeros 78 noviembres. Aprovechando que la fecha le pillaba con retrospectiva abierta en la Casa das Artes (O que pasou e o que está por vir), su hijo Ricardo, actor de profesión, ideó un regalo bien singular, un montaje basado en su vida y su obra, caminos cuajados de intersecciones desde que, con apenas seis años, empezó a emborronar los primeros papeles, amén de algunas paredes de la casa familiar de su Coutadas (Teis) natal.

Echando mano de unos pocos textos prestados (Rimbaud, Gabriel Celaya, Pablo Neruda, Rosendo García y Ramón Faraldo) y de un escenario con el metal como protagonista -«he querido recordar aquel ambiente de su etapa de oxidaciones, con un taller completamente inundado de polvo y humo»- Ricardo Solveira eligió como hilo conductor de la historia el nacimiento, el aprendizaje y el desarrollo de ese aprendizaje.

Otra singularidad del regalo es que los espectadores se situaron en el piso superior, lo que implica una perspectiva diferente a la de un patio de butacas al uso. Desde esa atalaya ovalada, sello característico de la Casa das Artes, siguieron la dramatización un tanto en plan voyeur familiares, amigos y fieles de la obra solveiriana, entre ellos, claro, Lita, su compañera de toda al vida.

Pedro se prestó a interpretarse a sí mismo, papel que compartió con Ricardo y con sus nietas Alba y Sofía. De la parte musical, la otra pasión del artista, se encargó Fran Rodríguez. Su percusión recordaba el ruido del taller. Alguien recordó al finalizar que el único telón que bajaba era el teatral, porque el pictórico y escultórico permanecerá izado hasta el 5 de diciembre.

La Asociación de Oceanógrafos de Galicia, que preside Jorge de los Bueis, está empeñada (como es su obligación) en contagiar su pasión por el mundo submarino. Con la disculpa de la celebración de la Semana de la Ciencia sus integrantes han recorrido la mayor parte de los centros de educación especial de la ciudad. Ayer les tocó a los de Aspanaex.

La cita fue en el Museo del Mar. Más de un centenar de personas, guiadas por Antía Méndez y María Calvo, tuvieron oportunidad de acercarse por primera vez en su vida a los seres vivos más pequeños que habitan en aguas marinas. Con la ayuda de un potente microscopio descubrieron cómo nadan y se alimentan especies de zooplancton y fitoplancton.

Lo mejor de todo es que se llevaron deberes. Así, en los próximos días en sus clases incubarán unos huevos de estos animales en unos recipientes transparentes, de forma que podrán observar las primeras etapas vitales de estos pequeños animales, «de gran importancia pese a su tamaño», según les contaron los oceanógrafos.

No pudo imaginarse Benigno Campos en sus años de trabajador del metal que la fama le llegaría a través de los fogones. Pero así ha sido. De su primer libro de recetas ha vendido 50.000 ejemplares, y no son pocos los fieles que estaban esperando una nueva entrega como agua de mayo.

Ayer se materializó esa entrega en forma de Novas receitas da cociña de Larpeiros (Galaxia) y con regalo sorpresa. La publicación incluye un CD en el que el televisivo Benigno, acompañado por Lola Gestido, interpreta una selección de canciones populares, 16 en total, de las que habitualmente cantan a dúo en el programa de la TVG. Y es que Benigno fue tenor antes que cocinero. De hecho, participó en la fundación de las corales de Teis y de la Asociación Máximo Gorki.

En la presentación de ayer contó con la presencia de su compañero larpeiriano Tomás Alonso, además de Alfonso Cabaleiro, Xosé Cermeño y Víctor Freixanes. Y si la asistencia de público al acto, celebrado en el Náutico a la hora del aperitivo, es signo de lo que esta nueva entrega de recetas (120) va a vender, ya pueden en Galaxia ponerse manos a la obra con la segunda edición.

«No hay más secreto que la intención de hacer felices a los lectores», dice cuando le pido la lista de ingredientes de tanto éxito. Si acaso, añade, la combinación infalible es elegir platos populares y fáciles de preparar incluso por aquellos que no tienen demasiado buena mano para la cocina.

En este caso artístico. Amparo Salgueiro es un nombre estrechamente ligado al mundo de la farmacia. Cuatro décadas lleva atendiendo las necesidades de las gentes de Panxón en esa materia. Pero, al margen de toda obligación, ayer se estrenaba (en público) en el terreno de las devociones. Tiene varias y, desde hace más una década, la pintura es una de ellas. Pudo al fin dedicarle horas tras ser admitida en la Escuela de Artes y Oficios. Después de cuatro años formándose en técnicas pictóricas quiere ahora seguir con dibujo.

Eligió para el estreno un escenario bien conocido, la Confederación de Empresarios donde, como recordó José Manuel Fernández Alvariño, tantas horas de trabajo invirtió por amor al arte, en este caso por amor al sector farmacéutico, cuya asociación presidió.

El acto contó con la presencia, entre otros, de Ramón Búa, Carmen Salgueiro, Élida Fernández, Encarna Álvarez, Julio Estévez...