La versión que ayer ofreció el ex-presidente de la comunidad de montes de Baíña difiere del relato de los hechos de la víctima, porque si bien reconoce que hubo un forcejeo y un enfrentamiento, «no le hicimos nada, solo sangró un poco».
Antonio Mijón afirmó ayer que el pasado domingo por la tarde se acercó al hombre que estaba en el pantalán para pedirle que le dejara en paz, que no volviera a amenazarle más. Afirma que entonces hubo un forcejeo y que ambos cayeron sobre la lancha, pero que no pasó nada más. «Nadie le pegó, yo soy una persona honrada, que me gano la vida con mi trabajo y no voy por ahí ensañándome con nadie». Afirma que ha sido él quien se ha sentido acosado por este joven, «porque me llamaba ladrón y muchas cosas más, y si no lo denuncié fue por respeto a su padre, a quien conozco».
Interés económico
Antonio Mijón señaló que él también denunció los hechos ante la Guardia Civil y afirmó que las heridas el joven debió hacérselas después del incidente «y ahora vendrán a pedir dinero, porque no se han hecho las fotografías más que por eso, para ganar unos euros».
Este periódico ha tenido acceso a las fotografías realizadas por la víctima a última hora del domingo, en la que aparece con el rostro completamente desfigurado. Pero prefirió no cederlas para su publicación con el objetivo de proteger su intimidad. El hombre aún no se ha curado de las secuelas y sus ojos continuaban ayer morados y además tiene una herida en una pierna. Afirma que sus agresores acudieron después a limpiar las manchas de sangre que quedaron en la lancha y pantalanes.