Operación de Jeting

VIGO

28 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La compañía Vueling ha anunciado al alcalde que dentro de un mes anulará la conexión de Peinador con Bruselas. Sin ayudas económicas, no ve el vuelo viable. El anuncio es, por tanto, una petición de dinero. Si queremos volar con esta compañía, Concello o Xunta tendrán que subvencionarlo.

Lo curioso de Vueling es que se haga llamar de «bajo coste». Cuando, en realidad, es de coste altísimo. La diferencia con una compañía convencional es que, en la normal, el billete lo paga el pasajero. En la low cost lo pagamos todos, con cargo a las arcas públicas. Y, aun encima, también le cobran al viajero.

Porque vamos a ver las cifras del vuelo de Vigo a Bruselas. La Xunta anunció en noviembre de 2009 un acuerdo con Vueling para subvencionar esta conexión. Se concedió para ello una ayuda a fondo perdido de 1.390.000 euros a la compañía que preside Josep Piqué. Además, se le dieron otros 1.370.000 euros por un vuelo desde Santiago y 1.230.000 euros más, por un vuelo desde Alvedro. En total, esta firma se embolsó este año 4 millones de euros de los presupuestos autonómicos.

Pero vayamos al caso de Vigo. Desde que, el pasado 29 de marzo, comenzó el servicio, el vuelo a Bruselas ha vendido 9.162 billetes. Cuando remate el servicio, a finales de septiembre, se habrán vendido menos de 11.000 billetes.

Ahora, dividamos 1.390.000 euros de ayuda a fondo perdido a Vueling concedida por la Xunta entre los 11.000 billetes y obtendremos la cifra con que se subvenciona cada butaca: 126 euros con 33 céntimos.

Así pues, a Vueling no es que les den ayudas para implantar la conexión. Es que se la pagan entera. Comparemos, por ejemplo, el precio de un billete entre Vigo y Bruselas, con escala en Madrid, operado por Iberia: 114 euros, con salida el sábado 25 y regreso el lunes, 27 de septiembre. Son 12 euros menos que lo que le paga la Xunta por butaca a la compañía de Piqué.

Y, ahora, vamos a comprar un vuelo de Vigo a Bruselas con Air France, con escala en París: 124 euros, dos menos que los que obtiene Vueling por butaca, y sin recibir a cambio ninguna subvención.

Años llevamos derrochando fortunas en subvencionar a ciertas compañías aéreas. Sin que se entienda por qué no se subvenciona, por ejemplo, también a Renfe. Cuando estaban agotadas con dos días de antelación todas las plazas en el talgo entre Vigo y Madrid a lo largo de agosto. Se desconocen qué beneficios públicos dan estas ayudas a fondo perdido. Y tampoco se entiende cómo se paga a unas aerolíneas y no a otras. Y si esto no supone un atentado a la libre competencia. Raro es que algunas no vuelen a Bruselas, pero a presentar una denuncia ante el Tribunal Europeo de la Competencia. A ver si va a resultar que asistimos a una operación de Jeting, que como podemos imaginar es el gerundio de volar en jet!

eduardorolland@hotmail.com