Pero ¿están todos los que son?

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

14 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Estaba cantado. Es imposible contentar a todos. Y menos si la cosa va de fútbol, donde cada aficionado lleva un seleccionador dentro que, por supuesto, siempre le enmendaría la plana al oficial. Pues eso es lo que está pasando con los dieciséis elegidos por la directiva celeste para figurar en la lona que cubre el frontal exterior de la grada de tribuna: Ibarreche, Costas, Gudelj, Pahíño, Manolo, Borja Oubiña, Las Heras, Vicente, Michel Salgado, Atilano, Pepe Villar, Quinocho, Hermidita, Mostovoi, Polo y Genaro Borrás.

En una cosa hay acuerdo (o casi), en que todos los que están, son. El principal pero es que no todos los que son, están. Claro que la superficie de la lona (1.200 metros cuadrados) no es chicle y caben los nombres que caben, a no ser que se achiquen las fotografías o, en su defecto, se amplíe la lona.

Un segundo pero se refiere a la presencia de dos jugadores todavía en activo, a los que nadie les resta méritos deportivos, pero tal vez habría que esperar a que colgaran las botas para incluirlos en un homenaje como este, donde se anunció que primaría la historia..

Con imperceptibles matices es un pensamiento que comparten algunos integrantes de la Agrupación de Veteranos, de la que forman parte una total 130 ex. Es el caso de Fernando Rodilla: «No cabemos todos, así es que hay que elegir». Recuerda que el Celta es un club con noventa años de trayectoria, lo que implica que han sido cientos los jugadores que han vestido su camiseta. «La historia la hacemos todos. Por eso el fútbol es tan dinámico».

Coincide con Sánchez, otro veterano, en que el sentimiento de identificación con unos colores sólo puede entenderlo el que lo ha vivido, y supone que los encargados de seleccionar los nombres para la lona habrán tenido muchas dudas, al tiempo que aporta una posible vía, al margen de la de achicar las fotos, para que terminen apareciendo todos los que han sido: «Quizá una rotación...».

Tal vez si llega esa rotación una servidora termine por hacer pleno. Y es que, con la ayuda de los compañeros de Deportes, el pasado 6 de julio publiqué mi propia quiniela. Acerté (acertamos) 10, así es tienen razón los que como Rodilla piensan que son todos los que están, pero que no están todos los que son. Faltan, entre otros Maté, Félix, Alvelo..., y el propio Rodilla, uno de los 24 jugadores celestes que llegó a ser internacional con España y uno de los contados futbolistas que ha protagonizado un cortometraje que lleva su nombre. El responsable de esa tardía vocación cinematográfica fue el director Juanjo Giménez que, gracias al histórico delantero, pudo completar su viejo álbum de cromos de fútbol de la temporada 1973-74. Sólo le faltaba el del jugador vigués, el más difícil de la colección.

El seleccionador nacional de baloncesto de Portugal y entrenador del Oporto, se tomó un pequeño respiro (apenas dos días) en el trabajo a pie de cancha, que aprovechó para asistir a una fiesta familiar en Tui, una de sus ciudades favoritas y en la que tiene casa en las faldas del Aloia. Confesó que le gustaría habitar más esa casa de lo que lo hace, pero la tiranía del calendario deportivo se lo impide.

La cita del jueves la había organizado en la casa matriz de Areas la saga de los Torres, de la que forma parte Yolanda, su mujer, para celebrar el cumpleaños de uno (una, Montse) de sus integrantes, curiosamente, la única que no nació en la ciudad. Lo del traje de faralaes que luce la cumpleañera tiene mucho que ver con su canción y su cantante favoritos: Sevilla y Miguel Bosé.

Como cada vez que algún Torres cumple tan redonda edad como la que cumplía Montse, uno de los regalos obligados es la historia de su vida en imágenes comentadas. En esta ocasión se repitió el ritual. Felicidades.