Alejandro da paraíso... e aínda máis

B.R. Sotelino VIGO/LA VOZ.

VIGO

El concierto del cantante madrileño en el Ifevi reunió a cerca de cinco mil fans que disfrutaron de las nuevas canciones de la estrella y del repaso a sus grandes éxitos

23 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Paraíso Tour

es el nombre de la nueva gira de Alejandro Sanz. Paraíso Express es el título de su último disco, y un paraíso es lo que ofrece cada vez que se entrega a sus fans desde el escenario, como hizo ayer en el Ifevi de Vigo, a pesar de ser un recinto desangelado que no invita a grandes cosas y a pesar de que el sonido fue claramente mejorable. Sin embargo, si el artista de turno llega pertrechado de un buen montaje, como era el caso, el espectáculo brilla y se refleja en las caras de los espectadores. Así ocurrió anoche, en una velada de altas temperaturas más mediterráneas que atlánticas. Como era previsible, el artista, arropado por una eficaz banda, dejó tan satisfechas a sus fans como Salustiano Mato a sus amantes -según dicen en vídeos-. Cada uno, con sus habilidades, claro. Las de Alejandro Sanz se basan en un pasado repleto de grandes éxitos, como Corazón partío , y grandes melodías, como Y si fuera ella , y en un presente igualmente triunfante.

El madrileño aflamencado en Cádiz y latinizado en Miami desató el delirio -en un escenario que a pesar de su aparatosidad le acerca más que nunca a sus incondicionales-, con los temas de su nuevo disco. Abrió con Mi Peter Punk y cantó otros como Looking for paradise , aunque, lamentablemente, sin Alicia Keys en directo para darle réplica pero sí con miles de voces haciendo coros. No faltaron los clásicos.

Como venía de actuar en A Coruña, donde el viernes casi logró llenar el Coliseo con 9.000 seguidores (bueno, lo cierto es que la mayoría son seguidoras), el artista no tuvo mucho tiempo de disfrutar de su paso por Vigo, pero sí del enfervorecido público del sur galaico, con entregadas fans llegadas incluso de la vecina Portugal.

El Ifevi tampoco colgó el cartel de «No hay entradas», pero congregó a unascinco mil personas dispuestas a disfrutar de un gran espectáculo y de un Alejandro Sanz que revalidó su título de superestrella desde que en el 2001 (¡xa choveu!), logró la hazaña de que el estadio de Balaídos no se le quedase grande.