La marea azul hizo pasillo al Cangas

Juan Villar

VIGO

26 may 2009 . Actualizado a las 17:46 h.

La plantilla del Cangas Frigoríficos del Morrazo vivió durante los dos últimos días su particular San Fermín en pleno de mes de mayo, durante la celebración del ascenso a la Liga Asobal que se logró en el lugar donde se celebra una de las fiestas más conocidas del territorio español, en Pamplona.

Los festejos alcanzaron su punto culminante pasadas las ocho y media de la tarde de ayer cuando la expedición llegó a Cangas después de viajar durante todo el día en autocar. Delante del Concello les esperó la marea azul formada por un millar de aficionados que quisieron homenajear personalmente a los héroes del ascenso.

Cangas se está acostumbrando a las celebraciones con deportistas. El pasado verano le tocó a los medallistas olímpicos Carlos Pérez y David Cal y ayer fue el turno del balonmano.

Antes de entrar en el pueblo les esperaba un autobús de dos plantas completamente pintado de azul, a donde se subieron los jugadores y cuerpo técnico para hacer su entrada triunfal en la villa.

Todos iban ataviados con el clásico pañuelo rojo de San Fermín y una camiseta azulona que rezaba: «O mellor equipo, a afición. Ascenso a Asobal Pamplona 2009».

La marea azul les hizo el pasillo desde el autobús hasta la entrada del Concello y los héroes se pararon a abrazarse con todos los aficionados que querían felicitarles. Posteriormente subieron a la sala de plenos, donde la alcaldesa, Clara Millán, les hizo entrega de diferentes obsequios, una placa y les pidió que firmasen en el libro de honor del Concello. Durante el acto los cánticos de los jugadores se sucedieron exteriorizando así la alegría que tenían por el logro y el buen humor que rodeó la celebración. Llevaban sin dormir desde el mediodía del domingo cuando vencieron al Guadalajara en la final por el ascenso.

Posteriormente salieron todos los héroes al balcón del Concello para compartir con los aficionados la fiesta. Cada jugador les lanzó seis bolsas con regalos conmemorativos de este segundo ascenso en la historia del club. Alguno, como fue el caso de Doder, lanzó la camiseta que llevaba puesta en medio del delirio de la hinchada.

Llegó el turno de los discursos y el primero en dirigirse a la multitud fue el capitán, Pablo Sánchez, que destacó que este ascenso a la máxima categoría del balonmano español se debió a que el equipo tuvo «la mentalidad de un pueblo peleón».

Posteriormente cogió el micrófono el maestro de ceremonias, Fernando Eijo, que es el Pepe Reina del Cangas e imitó con su sentido del humor al portero del Liverpool cuando la selección española celebró la Eurocopa. Afónico por la prolongada fiesta pronunció frases como que «a Ría é de Cangas».

El entrenador, Curro Lucena, agradeció a la afición que «en los momentos malos estuvo ahí, en los malos estuvo ahí, en Pamplona estuvo allí y ahora estáis aquí». El discurso más breve fue el del presidente, Manuel Camiña, que ahora tiene la misión de confeccionar una plantilla competitiva para Asobal.