El «Desafío» empieza a tomar forma en la Estación Marítima

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

29 abr 2009 . Actualizado a las 11:58 h.

Con la llegada de los primeros veleros y la apertura del village Alberto Durán, el Desafío Atlántico empieza a tomar forma. Visto lo visto, los vigueses tienen (tenemos) el cuerpo de lo más marinero. El telón de la regata y todo lo que eso conlleva no se levantará oficialmente hasta hoy, pero por momentos en la carpa del Concello no cabía ayer ni un alfiler. Y eso que la tarde no estaba precisamente apacible.

La atracción en dicha carpa es una colección de maquetas de buques, realizadas por socios de Amonaga, la entidad gallega que aglutina a los modelistas navales. El más espectacular, también desde el punto de vista técnico, es el mítico Cutty Shark, botado en 1869 en Escocia y hoy convertido en museo, atracado en el Támesis a unos 10 kilómetros de Londres. Luis Miguel Conde, que es el autor de la maqueta, tardó once años en rematarla.

El mimo con el que hizo el trabajo seguro que le ha proporcionado muchas recompensas, y una no menor es comprobar que los visitantes de la exposición se quedan pegados a la vitrina que lo salvaguarda de posibles (seguros) manoseos. Otras vitrinas que concitan incontables miradas son la de las maquetas del Juan Sebastián Elcano, en este caso obra de Ramón Vidal, o el Bounty, ya saben, aquel famoso velero en el que Marlon Brando vivió una Rebelión a bordo.

A partir de mañana, que ya estarán en formación en el puerto todos los veleros que participarán en la parada naval, los visitantes tendrán oportunidad de comprobar la fidelidad con la que trabajan los maquetistas, y es que entre las copias hay una del Jolie Brise, obra de Juan Olivencia. Este cuter pasó a la historia por haber sido el primer ganador de la emblemática regata Fastnet en 1925. Este velero francés fue botado en 1913 en Le Havre. Actualmente pertenece a la Dauntsey's School británica, y será uno de los catorce que cruce el Atlántico.

El village está abierto desde las 10 a las 20 horas de forma ininterrumpida, excepto el domingo, que abrirá una hora antes. Que los vientos sean propicios.

Prácticamente a la misma hora que cientos de barcos (eso dicen las previsiones) surcarán la ría escoltando a los veleros del Desafío Atlántico por aguas de la ría, los devotos de Fátima conmemorarán las bodas de oro de la construcción del templo.

Con tal motivo se celebrarán diversos actos, entre los que destacará la presencia de una imagen peregrina de la Virgen, procedente del santuario portugués. El recibimiento en el atrio de la iglesia, previsto para las doce del mediodía, estará presidido por el obispo, José Diéguez.

Pocos fueron los jóvenes que se presentaron ayer al casting convocado por Alen Filmes. El perfil que buscaban era el de un chico o chica de entre 16 y 18 años que no tuvieran problemas para contar ante las cámaras sus dudas y experiencias en materia de sexo.

Según cuenta María Domínguez, la productora, están preparando un programa piloto para televisión. Sexado, que es como lo han bautizado pretende acercar el mundo de la sexualidad a los jóvenes con historias en las que ellos mismos son los protagonistas.

Curiosamente, se presentaron a la prueba más chicas que chicos, lo que significa (se supone) que tienen bastantes menos complejos a la hora de hablar abiertamente de temas como qué anticonceptivos conocen, a qué edad tuvieron la primera relación (si es que la tuvieron), o de qué información disponen sobre enfermedades de información sexual.

32 años se cumplieron ayer de la legalización de los sindicatos de clase en España. Aquel 28 de abril del 77 el país llevaba décadas de sindicalismo vertical obligatorio. Lo curioso es que en los últimos tiempos de éste, todavía con Franco vivo, muchos se buscaban la vida en la clandestinidad para colarse en la organización del Régimen, que terminaron por trufar.

Así fue como, entre otros, Manel Fernández se convirtió primero en delegado, luego en jurado de empresa y más tarde en delegado por la provincia. «Les ganamos las elecciones en las principales empresas en el 75», me recordaba ayer desde el lecho del dolor en Fátima. Fue el principio del fin del Sindicato Vertical.

Manel, que es una de tantas memorias vivas de aquel tiempo, no se ha perdido ni un Primero de Mayo. «Y este si los médicos me dejan, tampoco». A ver.