El traspaso podría conllevar la pérdida del edificio para su entrega a los herederos de García Barbón
VIGO
Hace algo más de un siglo José García Barbón suscribía la escritura de donación a la ciudad de los inmuebles que componen la sede de la Escuela de Artes y Oficios. En un texto prolijo, el filántropo dejó la cesión muy atada a efectos de que de forma permanente se destinara «a la enseñanza gratuita técnica al obrero y la mujer». Esta exigencia provocó hace algunos años la primera reclamación de los herederos de García Barbón cuando el centro fue trasladado provisionalmente.
Personas conocedoras de la historia del inmueble creen que su cesión para biblioteca estatal, previo traslado de la Escuela de Artes y Oficios, podría tener graves consecuencias e incluso su pérdida por parte del Concello. Abel Caballero niega esta posibilidad y dice contar con informes jurídicos que avalan su reconversión. Pese a ello, el alcalde no los ha dado a conocer tras la petición expresa realizada por este periódico. Sin embargo, insiste en que los informes son reales y ni mucho menos secretos.
En cualquier caso, el artículo décimo de la escritura de cesión pone el listón muy alto al Concello vigués. Estipula concretamente que si «el Estado, por virtud de leyes o disposiciones de carácter e interés público que puedan llegar a dictarse, se incautare en algún tiempo de los predios donados para enajenarlos libremente o para darles un destino cualquiera que no sea el de la enseñanza técnica del obrero y de la mujer, quedará ipso facto revocada esta donación y aquellos pasarán a ser propiedad de la persona que, acreditando ser pariente del señor otorgante, reclamare primeramente su derecho ante los tribunales».
En otra cláusula se establece igualmente que «tampoco podrá darles otro destino más que el siguiente: en el segundo edificio continuará instalada la Escuela Superior de Artes e Industrias...».
En estos momentos la escuela cuenta con 900 alumnos en las enseñanzas generales y otros 300 en instrumentos tradicionales. El personal docente y administrativo lo componen medio centenar de personas que dependen del Concello. Son datos que dejan constancia de la aceptación de estas enseñanzas. Precisamente ayer mismo docentes y alumnos empezaron a recoger firmas en contra del traslado, que tienen intención de entregar en el Concello así como remitirlas también al ministerio de Cultura para que conozcan la oposición existente.
Previamente, esta tarde tienen previsto mantener una asamblea conjunta de alumnos y profesores para decidir las movilizaciones que van a llevar a cabo y que previsiblemente incluirán la colocación de pancartas en el centro. «El anexo del Doctor Fleming y el edificio Asefal no reúnen condiciones y existe el riesgo de que el Concello pierda el inmueble», explicaba ayer indignado un profesor. «Realmente, ¿qué se pretende?».