La fundación ecologista Germán Estévez ha solicitado a la Xunta celeridad para ejecutar la ampliación de la Red Natura de acuerdo con una directiva de la UE que es de obligado cumplimiento. El colectivo ecologista fundamenta su petición en la consideración de que los proyectos eólicos aprobados en diciembre por la Consellería de Industria representan un «atentado» contra la biodiversidad de las especies y el respeto por el medio ambiente. Los miembros de la fundación denuncian que se autoricen obras en el camino de Fisterra-Muxía, que fue declarado por el Consejo de Europa como primer itinerario cultural europeo; o que se permita un proyecto en el monte Faro, entre Chantada y Rodeiro, que está declarado lugar de interés comunitario por Medio Ambiente. El colectivo ecologista asegura que lo mismo sucede en el municipio coruñés de Aranga, donde el cañón del río Mao también «va a estar afectado por la proliferación de molinillos de viento». La Fundación Germán Estévez exige a la Xunta que negocie convenios con los concellos y vecinos, y que «no apueste por el liberalismo económico con los recursos de todos los ciudadanos». Paralización en el Sil El colectivo ecologista ya ha presentado un recurso de alzada ante el Ministerio de Industria por las obras en la presa de Santo Estevo II, en el concello ourensano de Nogueira de Ramuín, unos trabajos en las paredes del río Sil que han sido autorizados a la empresa Iberdrola. En su escrito, los ecologistas alegan que se trata de una zona de alta sensibilidad ambiental y que está protegida por la Lei da Paisaxe, que el Parlamento gallego aprobó el año pasado. La fundación reprocha a la Xunta una dejadez de funciones «por no imponerse y no establecer un protocolo» para la venta de los recursos naturales del país a «empresas foráneas en detrimento del medio ambiente».