«Las mujeres que practican kárate en los gimnasios lo hacen para defensa personal»

Xulio Vázquez

VIGO

07 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cuando todavía era un pequeño saltamontes, con solo 12 años, no se confundió al elegir «el camino de la mano vacía». Una denominación con la que los japoneses califican al kárate. A Joaquín López Araújo (42 años) también le sedujeron en su juventud las películas de Bruce Lee. Nunca nadie había conseguido popularizar tanto las artes marciales. Pero él prefirió ser karateca y terminó por hacer de este deporte su profesión. Es cinturón negro cuarto dan e imparte clases en el gimnasio Okinawa (en el número 47 bajo interior de la calle Barcelona). Tiene el mismo nombre que una isla de Japón, donde surgió este arte milenario de lucha. «Las mujeres que vienen a practicar kárate lo hacen para defensa personal», afirma. -¿Cómo fueron sus inicios en este deporte? -Cuando empecé estaba de moda el kárate coreano (taekuondo), pero a mí me gustaba más el japonés y, por suerte, estaba el gimnasio Shotokan de Vigo y fui a practicarlo. -¿No sería para evitar que le pegasen en el colegio? -(Risas). No. Lo hice porque me gustaba el deporte. También para saber pelear y defenderme. De todos modos, nunca me caractericé por ser una persona que se metiese en follones. Y, desde que me inicié en el kárate, mucho menos. -¿Cuántos años lleva dando clases? -Llevo unos veinte años en las escuelas deportivas en el Instituto Deportivo de As Travesas. Hace poco que iniciamos un nuevo proyecto en el gimnasio Okinawa. Doy clases toda la semana, excepto el domingo. -¿Puede practicarlo cualquiera? -Sí. Pero hay que diferenciar entre el kárate tradicional y lo que es la competición, porque este último está recomendado para unas determinas edades. El otro, según dice algún maestro, se puede practicar «desde que se nace hasta días antes de morirse». -¿Su época competitiva? -Conseguí varios títulos a nivel gallego y también algún subcampeonato. Competí sobre todo en kata. Pero lo que más me llamo la atención fue el kárate en sí, al igual que la enseñanza del mismo. -Cuando dice kata no se refiere a un buen vino. -(Risas). Por supuesto. Es la forma tradicional de enseñanza de este arte marcial. -¿Lo de cuarto dan impone? -En Vigo solo hay un quinto dan, que es Fernando Álvarez, mi maestro. Pero no vamos presumiendo por ahí del dan, ni de nada. También estuve en cursillos con un maestro japonés que es décimo dan. Además se trata de uno de los fundadores de la asociación japonesa de kárate. Es la línea que seguimos. -¿Lo primero que enseña a sus alumnos? -Alguno se apunta para pegar patadas y pelear. Eso es lo primero que le tengo que quitar de su cabeza. No obstante, no suelen tener paciencia para aprender la técnica y se marchan. Además la primera regla del kárate es que empieza y concluye con cortesía. La segunda, no existe el primer ataque. Pero la mayoría acude para hacer un tipo de gimnasia y mantenerse en forma. -¿Qué otros deportes se pueden practicar en el gimnasio? -Aikido, kobudo, wing tsun, pilates, yoga y gym mantenimiento. -¿Cuánto pagan los socios? -Los adultos 37 euros al mes; 30, juveniles; y 26, infantiles.