Una fuerte explosión rompió ayer la madrugada de los vecinos de la parroquia de Tameiga, en el municipio pontevedrés de Mos. La detonación de un artefacto colocado bajo la parte central de un vehículo a las tres y media de la madrugada alertó al vecindario y a los propios propietarios del coche, que quedó destrozado. El turismo, un Citroën Saxo, se quedó sin cristales y terminó con un gran agujero en la parte de abajo.
El ruido sacó de la cama al matrimonio dueño del coche, familia de los propietarios del bar El Dorado, muy popular en el municipio. La cercanía de la vivienda, en la parte superior del establecimiento hostelero, permitió que todos los afectados se acercaran a la zona y alertaran a la Guardia Civil en cuanto tuvieron lugar los hechos.
Por el momento se desconoce la identidad de los autores de la explosión, aunque el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, descartó que el suceso tuviera relación con alguna motivación «temática terrorista o radical». En la actualidad, la línea de investigación está centrada en la actividad laboral de los afectados. Tampoco está descartado que la colocación del artefacto pueda estar vinculada con un asunto de drogas.
Sin enemigos
La propietaria del coche aseguró ayer no tener idea sobre la identidad de los responsables. «No tengo enemigos ni tengo miedo de nadie, de hecho salgo todos los días por el medio del monte a pasear al perro», apuntó María D., que durante el día de ayer tuvo que utilizar el vehículo de su madre para poder acudir al colegio en el que trabaja en Redondela. La explosión no causó fuego ni provocó daños en las viviendas cercanas. En el momento del suceso no había ningún vehículo más en las inmediaciones, «pese a que suele aparcar a veces mi madre o alguien la familia y yo llevo diez años dejándolo en el mismo lugar», recordaba ayer la hija de la familia Dorado.
La alerta recibida en el puesto de Mos puso en marcha un intenso despliegue de la Guardia Civil. Agentes del grupo especialista en desactivación de explosivos, Gedex, estuvieron recogiendo pruebas de cara a la investigación que se está realizando para intentar esclarecer las circunstancias del suceso, tanto del tipo de sistema utilizado para la detonación del artefacto como para intentar conocer la autoría del mismo.