El conductor que circulaba ebrio y en zig zag a 109 por hora se libró de cometer delito por un solo kilómetro

VIGO

08 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El conductor de 19 años que circulaba ebrio por la Gran Vía a 109 kilómetros por hora y en zigzag se libró por los pelos de ser condenado por un delito de tráfico por exceso de velocidad. Si hubiese pisado el acelerador un poco más y alcanzado los 110 por hora, habría sido castigado con una condena mayor por tratarse de un delito de tráfico. Sin embargo, con un kilómetro por hora menos, el joven solo incurrió en una falta administrativa que la ley castiga con una multa en vez de con días de privación de libertad. «Ha tenido mucha suerte», comentaba ayer un jurista.

El infractor compareció el pasado martes en el juzgado de guardia, horas después de ser detenido, y tras negociar con la Fiscalía aceptó por conformidad una condena que conlleva aparejada la rebaja en un tercio de la sanción.

El joven fue castigado con una multa de seis meses, que deberá pagar en cuotas diarias, así como realizar 20 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Además, aceptó la retirada de su carné de conducir durante un año y un día.

Los agentes de la Policía Local le habían detenido por atentado a los agentes por poner en peligro la vida de estos cuando el conductor hizo zigzags a gran velocidad para esquivar el control y darse a la fuga. Pero la Fiscalía no le acusó porque no vio indicios de que el conductor intentase arremeter o embestir a los representantes de la ley.

Cuatro juicios por alcohol

La Fiscalía estuvo bastante atareada los días posteriores a la noche de Reyes. Al menos, el Ministerio Público intervino en cuatro juicios a conductores que circulaban con una tasa superior de alcoholemia a la permitida. Muchos de estos aceptaron condenas por conformidad.

La Policía Local de Vigo indicó que cuatro conductores que sufrieron accidentes el día de Reyes dieron positivo en la prueba de alcoholemia. Algunos superaban los 0,70 miligramos por litro de aire, el triple de la tasa máxima legalmente fijada.