Las tiendas sufren una plaga de hurtos con las «bolsas de plata»

VIGO

13 nov 2008 . Actualizado a las 12:13 h.

Las tiendas de Vigo sufren una epidemia de hurtos mediante el uso de bolsas forradas de papel de plata que hacen invisibles las alarmas adheridas a las prendas al pasar por los arcos de detección en la salida de los locales. La policía ha detenido a cuatro sospechosos en 19 días, entre el 23 de octubre y el 11 de noviembre.

El último arresto se registró el pasado martes en un comercio de Cánovas del Castillo, donde está ubicado el centro comercial de A Laxe. El imputado, Andrew B., un ghanés vecino de Vigo de 25 años, entró en el comercio con una bolsa colgada al hombro a primera hora de la tarde del martes y, supuestamente, tomó un reproductor multimedia MP4, valorado en 349 euros, de un expositor. Luego, introdujo el aparato en su bolsa y abandonó el local sin pasar por la caja correspondiente. Cruzó la línea de los clientes sin compra y sin que pitase la alarma.

¿Cómo lo había hecho? Al parecer, el truco se ha popularizado en Vigo desde el pasado verano. Previamente, en su casa, el cliente había forrado el interior de su bolsa con papel de plata o de aluminio para evitar de esta manera que sonase la alarma del arco detector. Los descuideros suelen usar bolsas gruesas.

El implicado fue reconocido como la misma persona que a finales de octubre sustrajo un reloj de 150 euros del mismo comercio. La policía le incoó expediente de expulsión por estancia ilegal en el país.

Este hurto con el forro de aluminio se suma a otros tres detectados en octubre. El 28 de octubre, la policía local arrestó a C.C.D. en la calle Príncipe cuando salía de una tienda de Zara con una bolsa trucada y cargada con 14 prendas valoradas en 1.138 euros.

Otro golpe similar lo dio el día 23, presuntamente, un rumano en una tienda de la calle Brasil tras salir a la calle con prendas valoradas en 411 euros y ocultas en bolsas de plata. Un cómplice suyo logró huir. El día 25, otro rumano fue arrestado por la policía nacional en el centro comercial Gran Vía cuando salía de una tienda de moda cargado con un botín de zapatos y pantalones valorados en 235 euros.