Esa noche-madrugada es la que ha elegido Gonzalo Villar para bajar el telón (provisional) del Manteca, ese club de jazz, heredero de la Negra Tomasa, que apuesta por las jam sesion, amén de por contar siempre que puede con músicos consagrados.
El próximo diciembre cumpliría un lustro desde que abriera sus puertas en la proa (o la popa, según se mire) de la calle Carral. El cierre tiene mucho que ver con las condiciones físicas del local -«cuando llueve de verdad las goteras se presentan aunque nadie las invite»-, y con la imposibilidad de acometer su arreglo por cuestiones burocráticas.
Precisamente, son también cuestiones burocráticas las que impiden a Gonzalo echar el candado en Carral y abrir en Churruca, que es donde le ha echado el ojo a un local. Moraleja, «el Manteca volverá con la misma filosofía y el mismo formato», pero lo que no se sabe es cuándo.
Pensando en los habituales (que son muchos), el amigo Villar ha diseñado una despedida que durará una semana. La idea es contentar a todo su público. Así, el lunes, día 20, será el jazz el que lo inunde todo, el martes lo reserva para música brasileña; el miércoles, latina y flamenco (no se pierdan a Cuchus Pimentel); el jueves, para los habituales de Con la venia; el viernes, rap y funki, y el sábado para «que sea lo que Dios quiera».
Previendo que esa semana habrá overbooking, una servidora adelantó su particular despedida. Le había prometido mil veces a José María Fonseca que un día comprobaría en vivo y en directo cómo disfruta Con la venia, su grupo, sobre el escenario y al fin cumplí la promesa. Visto lo visto, no puede decirse que hagan la mejor música del mundo, pero hacen algo si me apuran más difícil: divertir tanto a la concurrencia como se divierten ellos. De hecho, más que cobrar por actuación, que no cobran dicho sea de paso, tendrían que pagar. Por lo que se divierten, digo.
No es fácil imaginar a esta banda resolviendo pleitos, operando a corazón abierto o dirigiendo empresas a la mañana siguiente, pero esas son algunas de las cosas con las que de verdad se ganan la vida Manolo Vilches (abogado), José Araújo (abogado), José María Fonseca (empresario vinatero), Xulio Taboada (biólogo), Carlos Borrás (abogado), Javier Álvarez-Blázquez (abogado), Tato Garrido (matemático), Juan Pérez (promotor), Chano Criado del Rey (abogado), Javier (dentista) y Serafín (profesor del Conservatorio).
Exhiben una complicidad que solo propicia el tiempo (llevan tres décadas entregados a la devoción musical) mezclado con esa amalgama que une más que cualquier cemento, la amistad. A partir del día 25 no les va a quedar más remedio que buscar otro cobijo. Primero porque, como ya he dicho, el cuerpo les pide su terapia desestresante semanal, y segundo porque no quieren dejar huérfanos a sus fans.
Y mientras unos se van, otros vuelven. Es el caso de esa tertulia que echó a andar el año pasado y que, a punto de iniciar nueva temporada, sigue sin nombre. Quién sabe si se quedará con Faladoiro, que es como se refieren a ella algunos de sus integrantes.
Pues eso, que mañana vuelven a la carga. Puede que sea la más mediática de cuantas se celebran en la ciudad a tenor de los hombres y mujeres que se reúnen una vez al mes en torno a la mesa. Son ellos, entre otros, Antón Pulido, Bieito Ledo, Carlos Núñez, Delfina Cendón, Elena González, Elena Piñeiro, Emilio García, Encarna Álvarez, Gerardo González Martín, Gerardo Sacau, José Manuel Iglesias, Luis Espada, Maite Fernández, Manuel Fernández, Manoel Soto y Rubén López.
Además de seguir lo más al pie de la letra que pueden (que no es poco) las leyes de las tertulias, esto es, conversar sobre lo humano y lo divino, suelen invitar a un personaje para hablar de asuntos de actualidad. Albergo Gago, José Manuel Fernández Alvariño o Xosé Carlos Fernández han sido algunos de los que ya han pasado por el faladoiro-preguntoiro. El invitado de mañana será el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Paz. A ver si los tertulianos son capaces de sacarle la respuesta del millón: tendremos o no tendremos Jardín de las Mareas y hotel Nouvel. Si les da la exclusiva (para sí o para no) que nos lo cuenten. Más que nada para informar al resto de los vigueses. Quedamos a la espera. Y feliz rentrée.
Allá por 1912 formó parte de la primera directiva de la Sociedad Pro-Monte Santa Tecla. Su concurso, igual que el del resto de los pioneros, fue decisivo par que hoy el Tecla sea el segundo escenario gallego más visitado después de la catedral de Santiago.
El caso es que la muestra filatélica Exfimiño de este año estará dedicada a él. Con tal motivo, Correos ha autorizado una estafeta que funcionará en el Centro Cultural de A Guarda desde el 18 al 22 próximos con un matasellos especial y la puesta de un sello. La exposición albergará una decena de colecciones.