Hasta el momento han creado 726 libros en los que han usado todo tipo de tejidos y pinturas pero también antigüedades, material informático y electrodomésticos estropeados. En los últimos meses se han propuesto nuevos retos como realizar intervenciones artísticas en plena calle. Reutilizan los objetos que se van encontrando, le dan una visión artística y lo inmortalizan con su cámara, una vez señalizado con cinta azul y con un letrero con el nombre de la obra.