Polígamos

Paco Sánchez*+www.vagonbar.com

VIGO

17 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta, posó el día 10 con el encargado de una empresa española en Níger y sus tres mujeres. El hombre quería una foto con ella y accedió. Luego dijo que se sintió horrorizada al conocer que las tres mujeres eran sus esposas. No sé por qué. La poligamia es normal en Níger y está aceptada e incluso aconsejada en algunas religiones. ¿Qué ha sido de nuestro proverbial multiculturalismo? ¿No habíamos quedado en que todas las culturas y todas las religiones son iguales y en que, por tanto, no deberíamos dar preferencias a una sobre otras? La oposición podría haberle planteado estas preguntas a la vicepresidenta, pero no. Dijeron cosas tontas. Lo calificaron como «una metedura de pata». Pero, vamos a ver, en la dupla matrimonio-poligamia, ¿qué es lo de derechas y qué lo de izquierdas? Así, de entrada, la alianza de civilizaciones aconsejaría, como mínimo, no horrorizarse ante un polígamo. Supongo. El esquematismo con el que se plantea el falso dilema Iglesia-Estado también aconsejaría que alguien de izquierdas no se escandalizase de la poligamia. Y por fin, las doctrinas de género al uso, que en cuanto a sexualidad optan por la decisión personal de cada quien (hasta el extremo de que uno es hombre o mujer con independencia de su configuración biológica), esas doctrinas de género abrazadas por la llamada izquierda, insisto, supondrían que aquel hombre y sus tres esposas habrán tomado la decisión que les pareció oportuna con respecto a su identidad y a su sexualidad.

Total, que no me encaja el supuesto horror de la vicepresidenta, a no ser como una profunda incoherencia con lo que dice y hace en otros ámbitos. No me parece mal que se haya tomado esa fotografía. Ni que a Fernández de la Vega, como a mí, le horrorice la poligamia. Me asusta, sin embargo, la dramática confusión mental que su horror deja en evidencia.