Directamente desde la Moncloa al Concello de Cangas. José Luis Rodríguez Zapatero (el remitente) no escatimó palabras para felicitar a Xosé Manuel Pazos (el destinatario) por su flamante premio Max.
Como el texto ya lo cuenta todo, se lo transcribo de pe a pa: «Quiero felicitarle -dice el presidente- junto con sus compañeros, por la concesión del premio Max al mejor autor en gallego por su obra Emigrados, un texto con el que se certifica una vez más la impresionante riqueza que supone para la cultura española la variedad de sus lenguas. Espero que este premio sea un estímulo para continuar cultivando la escritura en gallego, esa lengua que todos sentimos tan nuestra. Reciba mi más cordial enhorabuena».
El telegrama en cuestión llegó al Concello porque es allí, en su calidad de concejal de Cultura, donde Pazos pasa buena parte de la jornada en cumplimiento de sus obligaciones. Para sus devociones teatreras reserva los tiempos muertos. Vienen de antiguo dichas devociones, de tan antiguo que él fue uno de los promotores de la Mostra de Teatro Cómico e Festivo que, desde hace unas cuantas ediciones, cuelga el cartel de Internacional.
Es de suponer que en cuanto leyó el telegrama levantó el teléfono para reenviar la parte alícuota de felicitaciones a Cándido Pazó, Anxos Sumai y Sonia Torres, que son los compañeros de autoría de obra a los que alude Zapatero.
Vienen a decir, con mucha razón, que los actos institucionales no tienen por qué estar reñidos con los afectivos. ¿Que el Concello de Lalín echa la casa por la ventana el próximo día 23? Que la eche. Qué menos. No todos los días se conmemora el nacimiento de uno de los hijos más conocidos y reconocidos. Tan es así que los amigos de Laxeiro de toda la vida, los que el pintor invitaba habitualmente a su cumpleaños y que, tras su muerte, siguieron reuniéndose en torno a una laconada cada 23 de febrero, estaban dispuestos a trasladar ese día hasta la capital del Deza el apetito y el recuerdo. Pero precisamente debido al cariz institucional de la jornada, y a que el aforo será limitado, sólo se podrá asistir a los actos armado con la preceptiva invitación del alcalde dezano, salvoconducto que no todos los asiduos del Puesto Piloto han recibido.
La situación incomodó a algunos habituales, que no dudaron en hacérselo saber a los responsables de la Fundación Laxeiro. No hay necesidad de incomodidades cuando la solución es tan fácil como retrasar la cita viguesa, se dijeron. Y eso hicieron, según me cuenta Javier Buján. Será el próximo día 29 y, sin que sirva de precedente, se ha reconvertido en una cena. En resumidas cuentas, que todos aquellos que quieran asistir a dicha cena, es mejor que vayan llamando al Puesto Piloto para hacer la preceptiva reserva. Ni que decir tiene que, como de costumbre, la cuenta correrá a cargo de los comensales. Vuelve la Ruta Transgalicia de quads. En este caso los organizadores ( Moto Club A Peroxa, Ángel Leirós y Yamaha España) avisan con tiempo. Tanto como que la inscripción no se cerrará hasta el 12 de abril. Eso sí, mejor darse prisa no vaya a ser que se agoten las plazas. Habrá 30, ni una más.
Este año la ruta comenzará en Baiona y finalizará en Mondariz-Balneario. Durante seis días (del 26 de abril al 2 de mayo) los participantes recorrerán los mil kilómetros que separan ambas localidades, y no precisamente por el atajo. Braga, San Clodio, San Estaban de Rivas de Sil, Monforte y Silleda, serán algunas de las paradas.
Mi compañero no daba crédito. Ni en un exclusivo club practicando el swing o reponiendo fuerzas en el jacuzzi, ni en un restaurante cuajado de estrellas Michelín, ni paseando por los Campos Elíseos parisinos. ¿Dónde dirán que se topó de frente con Amancio Ortega este fin de semana? Pues caminando sin ninguna prisa y en animada charla por la Gran Vía viguesa. Los dos caminantes-conversadores que compartían cuesta eran el presidente del Pastor, José María Arias, y el notario coruñés Francisco Ordóñez. Ellos si que saben elegir destino para disfrutar de un día de ocio.