Jeringuillas, armas de fuego de verdad y falsas, todo tipo de armas blancas, bates de beisbol e incluso, alguien recuerda, un arpón de pesca submarina. Todos estos objetos han sido usadas por delincuentes para intimidar a las víctimas durante un atraco. Pero el uso de un perro no se había visto con anterioridad. Por lo menos, ni se recuerda en la ciudad de Vigo.
El mejor amigo del hombre, capaz de urgar entre amasijos de escombros para salvar una vida humana, todavía no se había pasado a las filas de la delincuencia.
Sí hay constancia de acciones de intimidación con perros en algunos lugares del mundo, como es el caso de Chile, donde cinco delincuentes azuzaban a un perro contra sus víctimas para atracarlas. Si hasta ahora no era noticia cuando un perro mordía a un hombre, ahora lo será cuando sea el instrumento de un atraco.