Títeres en defensa del gallego

VIGO

En directo | Primera función de Os Barballocas El director del Verbum se mostró encantado con el espectáculo que se estrenó ayer y que ha estado precedido de polémica porque el malo, «Maldito», habla en castellano

04 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El aforo de la sala del Verbum, donde se escenificó la obra Os Barballocas, se vio ayer ampliamente superado por adultos y niños que se acomodaron por el suelo o permanecieron de pie durante la obra de títeres. El espectáculo era gratuito y será en los restantes domingos de marzo cuando se cobre a los asistentes un precio casi simbólico de un euro por entrada. El estreno estaba precedido de polémica, ya que el malo se llama Maldito y habla en castellano en contraposición con los héroes, Os Barballocas, que hablan gallego. La Asociación Vigueses por la Libertad pidió que no se representase la obra en un centro público, ya que considera que «induce a los espectadores a identificar la maldad con la lengua española». El director del Verbum, Lois Cea, dijo mostrarse «encantado» con la iniciativa y señaló que «poder ser un aliciente para o traballo en língua galega». La representación corrió a cargo del grupo Mekané Didáctica y contó con la colaboración con el grupo de música tradicional gallega Coanhadeira. La puesta en escena fue magnífica con buenos decorados y una música muy bien interpretada. El argumento de la obra, de una hora de duración, se remonta al año 1.100 después de Cristo en el antiguo Reino de Galicia, donde una meiga, llamada Verbalinda, trabaja en la creación de un nuevo idioma, el gallego. La bruja vive en una casa junto a su amiga la vieira Sarela, presumida y dormilona. El ignorante «Maldito» Los dos amigos de Verbalinda son Pepiño y Falamunda, que ayudan a Verbalinda y son los héroes de la obra. Pueden viajar en el tiempo y así llegan al año 2004, fecha en la que Maldito, el malo del cuento, se presenta en la feria del queso de Arzúa para que mayores y niños dejen de hablar gallego. Cuando se está produciendo la mutación idiomática, Pepiño y Falamunda intervienen. Lo rocían con las simientes de las palabras, que producen picores a Maldito, y esa especie de conjuro paraliza la acción del malo, que es presentado como un ignorante que quiere sustituir el gallego por cualquier idioma: inglés, francés, castellano o ruso. Maldito habla en castellano durante la obra, aunque de vez en cuando pronuncia frases en otras lenguas. «Yo conseguirá que Galicia sea una tierra sin lengua propia, sin historia, sin cultura», afirma taxativo el personaje, que es aparentemente derrotado, pero anuncia que volverá. Al final Os Barballocas aconsejan a los niños: «lembrade que o gallego é a nosa língua e hai que cuidala». El domingo que viene hay talleres.