Marques cumple el sueño de su hija

Jesús Manuel García OURENSE

VIGO

Reportaje | El ex político reúne a la casa real portuguesa en Padrenda Los duques de Bragança y el Nuncio del Vaticano inaugurarán una capilla dedicada a los pastores de Fátima en el lugar que eligió la joven antes de fallecer

11 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La Casa Real Portuguesa visitará Galicia. Será el próximo sábado en la localidad ourensana de Padrenda gracias a la intercesión y tenacidad del ex político y consul radicado en Vigo Adriano Marques de Magallaes. Los Duques de Bragança, Duarte Pío e Isabel, inaugurarán y asistirán a la bendición de la capilla dedicada a los pastorcillos de Fátima, los beatos Jacinto y Francisca. además de la presencia real, el acto contará con la presidencia del Nuncio de Su Santidad en España, el arzobispo portugués Manuel Monteiro de Castro. Con él estará el obispo de Ourense, Luis Quinteiro Fiuza en una serie de actos que darán comienzo al mediodía. Pero además de los representantes de la depuesta casa real y del Vaticano, Marqués de Magallaes también ha conseguido unir al duque de Segorbe y representante de la Casa de Medinaceli. La parte política no será ajena al evento, siendo representada por el conselleiro de Cultura y el presidente de la Diputación de Orense. Inspirado en su hija Marques de Magallaes cumple así un sueño, que le inspiró la vida y trayectoria de una de sus hijas, a la que perdió hace unos años en un accidente de tráfico. El empresario y ex político recuerda que su hija colaboró en Calcuta con la Madre Teresa y, según cuenta ahora su padre, «se fijaba en lugares de belleza natural para hacer una capilla. Vió la finca de Ponte Barxas y le gustó». Marques de Magallaes donó el terreno donde hoy se levanta la capilla, un parque público y un centro social. «Mis padres están enterrados allí y empezamos con el proyecto. Fueron cuatro años de complicaciones, de situaciones incluso tensas. Allí querían un campo de fútbol y la capilla se acabó de construir ahora», cuenta su promotor. Es el único templo en España cuya advocación son los dos niños pastores que en los albores del siglo XX dijeron haber presenciado varias apariciones de la Virgen en Fátima. Magallaes había pensado en dedicarla a Teresa de Calcuta pero «como mi sangre tiene un componente luso, pensé en los beatos de Fátima por su gran humildad», señaló. Dentro de la capilla, construida en granito, cabe un centenar de personas. Adriano Marques desea que allí celebren el culto los vecinos porque el templo parroquial les queda alejado. De la construcción de la capilla se encargó la Xunta, colaboró también el Concello de Padrenda y en otro terreno Marques donó la vivienda del casero para crear un centro social dotado de internet y biblioteca, según explica él mismo, orgulloso por todo el proyecto global de Ponte Barxas, una aldea al pie de la raya con Portugal, en el suroeste de la provincia. Adriano Marques de Magallaes no dudó en contactar con monseñor Monteiro de Castro en la Nunciatura de Madrid quien «cogió la idea con gran entusiasmo y hasta con cierto componente patriótico», señala él .